bitclout red social
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¿Por qué la red social BitClout atenta contra varios principios jurídicos?

BitClout, promocionada como una “red social cripto de intercambio», se ha convertido en uno de los proyectos más controvertidos entre la criptocomunidad. Su modelo de negocio facilita la compraventa de tokens basados en la reputación de las personas sin que éstas lo sepan. Esta plataforma permite depositar a sus usuarios bitcoins, que son convertidos en la moneda de BitClout, con la que posteriormente pueden comprar monedas representando a sus creadores favoritos en la plataforma. La idea de fondo es que cuando un creador se hace más popular, el precio de su moneda aumenta.

BitClout, una controvertida red social

Frank Chaparro, director de noticias en The Block y uno de los reporteros más reputados del espacio cripto, cita en un tuit el nombre de los inversores que hay detrás de BitClout: Coinbase, Sequoia, a16z, Social Capital, DCG, Pantera, Huobi, Winklevoss Capital, Alex Ohanian, North Island Ventures …

Aplicación del abultado bagaje normativo

Incluso en estos nuevos servicios que se promocionan como disruptores es importante la tarea de análisis de cumplimiento normativo en las fases iniciales del proyecto mientras se establece el plan de negocio. El abultado bagaje normativo existente continúa siendo de aplicación, sin que el mero hecho de utilizar la cadena de bloques, NFT, o cualquier otro elemento tecnológico, suponga la posibilidad de escapar a sus efectos.

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Esto es aplicable sin importar el país en que se encuentre la sede, la naturaleza descentralizada o no del servicio. O los seudónimos de los responsables, sin perjuicio de la dificultad que ello pueda suponer para su identificación. Es por esta razón que resulta importante analizar cuál es la realidad y naturaleza del servicio que se plantea. Particularmente, cómo afecta a los derechos de terceros, tanto a los de los clientes como a los personajes públicos que se utilizan para promocionar y hacer atractivo dicho servicio. Es importante hacerlo  para determinar qué elementos deberían tenerse en cuenta.

Se alienta a invertir

En el caso de BitClout, basta entrar a la plataforma para ver que a los potenciales usuarios se les indica que “sus creadores favoritos tienen su propia moneda”, alentando a invertir en ellos. La frase que se muestra nada más acceder al servicio es “All creators have a coin. Buy your favorites and get on their team!”.

Por lo tanto, la percepción inicial que van a tener los usuarios es que figuras como Elon Musk, Katy Perry o Kim Kardashian forman parte de la red. Conviene aclarar que las monedas de Elon Musk ya han alcanzado el valor de 74 mil dólares.

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Se puede invertir en cualquiera de estos personales, lo que puede abrir nuevos servicios en el futuro. Como pagar por tweets o hacerles llegar un mensaje a su buzón privado. Muchos de estos perfiles están, en los términos que indican desde BitClout, “reservados”, pero aún no han sido reclamados. De hecho, BitClout ha optado por hacer un scraping de información de perfiles públicos en Twitter de más de 15000 cuentas. A  partir de dichas cuentas ha creado los primeros perfiles para atraer a los usuarios, pero sin que éstos se hayan registrado ni participado en ningún momento en la plataforma. Esta es la razón por la que muchos personajes muestran un reloj junto al nombre de perfil, en vez de un tick azul.

Sin el consentimiento del usuario

Es decir, la red social ha creado dicho perfil, con su avatar e información, pero el usuario no ha dado su consentimiento ni se ha registrado en ningún momento en la red. Por lo tanto, nos encontramos ante un servicio muy distinto al obtenido a través de Twitch o Patreon. En estas plataformas, el apoyo de los fans llega directamente a los creadores y personajes públicos. Sin embargo, en BitClout la inversión (en inicio) se queda en la plataforma. Si accedemos a uno de estos perfiles, como el de Elon Musk podemos ver más sobre lo que se propone en BitClout.

Comerciar con el nombre de Elon Musk

Así, se nos indica expresamente que Elon Musk no se ha unido a BitClout, que el perfil se encuentra “reservado” y se le da la opción de obtener el nombre de usuario a través de un procedimiento de verificación. No obstante, sí que podemos ver cómo ya se está promocionando la existencia de dicha moneda en el servicio, lo cual puede incidir en la percepción del potencial cliente.

Además, al igual que el proceso de verificación utiliza la red social Twitter, la foto de avatar utilizada ha sido capturada de las redes sociales de Elon Musk. En este caso no aparece su fotografía, pero sí que aparece en otros casos, como el de Katy Perry o Justin Bieber.

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Ley española

En el caso español tenemos la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Esta Ley podría encajar en el uso que al final se está realizando del nombre e imagen de los personajes públicos sin autorización y con un claro ánimo de lucro.  En  otros países podemos encontrar normativas similares aplicables, tal y como veremos con el primer requerimiento realizado para la retirada de un perfil de la plataforma. La protección ofrecida por el ordenamiento permite a estos personajes públicos actuar en caso de la explotación de su imagen sin  autorización previa. Así como obtener un retorno por su participación a la hora de promocionar servicios ofreciendo su imagen, sin una autorización previa.

Explotación de la imagen

Por otro lado, y aunque se trate de personajes públicos y perfiles en la red de Twitter, el uso que se está realizando va más allá del permitido en la licencia que se otorga a dicha red social. Al haberse descargado los avatares y nombres para posteriormente ser incorporados a la base de datos de BitClout. Si bien la normativa suele ser más flexible en el caso de personajes públicos, como son los afectados, ello no permite ni mucho menos una explotación absoluta de la imagen para beneficio propio. Siendo irrelevante que cuenten con un perfil público en otra red social. Pensemos que aquí no hablamos de un hecho noticiable o de interés público. Se trata de la captura de una información para el mero aprovechamiento de la fama de esta persona para hacer atractivo el servicio.

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Está claro que el uso de personajes famosos (especialmente en los estadios iniciales de la aplicación) resulta atractivo, tanto para el creador como para los usuarios. Pensemos en una posible red social de deportistas, en la que incorporáramos a futbolistas reconocidos y permitiéramos a los usuarios invertir en ellos. Incluso podríamos generar NFsT con sus mejores jugadas para ser adquiridos. El problema es que estos personajes públicos cuentan con equipos que controlan el uso de su imagen. Por ello, ante una potencial demanda  podríamos encontrarnos con una responsabilidad económica importante. Además de la imposibilidad de continuar prestando el servicio.

Brandon Curtis denuncia

De hecho, ya tenemos el primer caso de un “cease and desist” presentado contra esta plataforma. Brandon Curtis, product lead del Exchange descentralizado Radar Relay, invoca tanto la sección 3344 del Código Civil de California respecto al aprovechamiento comercial de la imagen, como la sección 1798 relativa al derecho a la privacidad.

«Está claro que una persona o empresa no puede utilizar a sabiendas el nombre, la voz, la firma, la fotografía o la imagen de otra persona, de ninguna manera … con el propósito de … vender o solicitar compras».

«El Señor Curtis no tiene ninguna relación contractual de ningún tipo con ustedes, ni ningún deseo de establecer dicha relación ”.

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Discutible opt-in

También resulta muy discutible el opt-in que plantea BitClout. El opt-in propuesto es el de recuperar un perfil reservado y que ya se está promocionando, para poder participar del apoyo de las personas que han adquirido su moneda. Además de poder prestar servicios adicionales, como recibir pagos por tweets promocionados o  mensajes en su buzón. En otras redes sociales se requiere una intervención inicial que se da durante el registro y es el usuario quien acepta o no las condiciones.

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De la notificación realizada por la representación legal de Brandon Curtis también podemos extraer elementos importantes al respecto:

«Para que el Sr. Curtis ejerza algún tipo de control sobre su nombre…. tendría que poner su propio dinero en su proyecto o proporcionar … información personal «. «Incluso enviar mensajes al equipo de soporte de BitClout cuesta tokens de BitClout».

Pagar por todo

No solo proceden al registro, poder controlar el perfil requeriría facilitar ya sea información personal o dinero.  Siendo relevante que solo establecer contacto con el equipo de soporte debe ser abonado a través de tokens de BitClout. Algo que dificulta el ejercicio de los derechos relativos a protección de datos por parte de sus particulares.

Además, y aunque en los términos y condiciones y la información mostrada se indica que la persona aún no ha participado, no es menos cierto que la apariencia inicial es que existe un perfil a nombre de dicha persona, lo cual puede llevar a la confusión de los usuarios, que adquirirán la moneda a nombre del creador, pensando que le están apoyando o que ha autorizado previamente esta “inversión” en su figura. Esto hace que, dependiendo de cómo califiquemos dicho engaño, podamos llegar a entender que incluso se está produciendo un delito de estafa, lo cual supone un riesgo adicional para la plataforma.

Muchas dudas legales y un fundador anónimo

En definitiva, nos encontramos ante un servicio que plantea una serie de dudas importantes respecto a su legalidad, y que pueden ser la causa de que el fundador se esconda en el anonimato. Como hemos indicado, el ordenamiento jurídico actual permite la prestación de múltiples servicios de distinta naturaleza, pero es importante saber qué permisos necesitamos antes de iniciarlo, y poder contar con ellos, ya que en caso contrario nos podemos encontrar con acciones judiciales a corto y medio plazo que pongan en riesgo el negocio y las inversiones de los usuarios que hayan creído en la idea detrás del proyecto.

El cease and desist presentado hoy no es sino el primero de los casos, pero seguramente (y más dada la naturaleza del servicio, y el lucro buscado) no tardaremos en ver a más personajes famosos reclamando que se les retire de la plataforma.

Foto de AJEL, en Pixabay

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Sergio Carrasco Mayans
Abogado en Fase Consulting,
especializado en Derecho Público y Derecho Civil. Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración, Ingeniero Técnico de Telecomunicaciones eIngeniero en Informática
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