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¿Cómo afectará el euro digital a los bancos comerciales?

En pocos días el Banco Central Europeo anunciará la puesta en marcha del euro digital y una de las grandes preguntas en torno a su lanzamiento es cómo afectará a los bancos comerciales. A lo largo de la reciente historia, los bancos comerciales han sido los intermediarios financieros clásicos entre los bancos centrales y los ciudadanos. Sin embargo, con la eminente irrupción del euro digital se enfrentarán a una nueva alternativa de pago en la que puede que ya no sean imprescindibles.

A pesar de que desde el Banco Central Europeo aseguran que el euro digital no desplazará a los bancos comerciales, la adopción de esta nueva forma de dinero podría afectar a la intermediación financiera de diversas formas. No obstante, algunos presidentes de bancos comerciales, como es el caso de Ana Botín, presidenta del banco español Santander, ya ha expresado su deseo de formar parte del proceso.

Euro Digital Bancos Comerciales

En la actualidad, los bancos centrales son una especie de banco de los bancos, una institución pública que se limita a gestionar la moneda de un país o un grupo de países y controlar la cantidad de dinero proporcionada a los bancos comerciales, además de las funciones que pueda tener encomendadas de supervisión e inspección del sistema financiero del país. Al caso que aquí nos interesa, los ciudadanos no pueden abrir cuentas, ni solicitar préstamos, al banco central y los bancos comerciales son los encargados de ofrecer y tratar directamente con los ciudadanos y las empresas.

Las preguntas clave del euro digital a pocos días de iniciar su camino

No obstante, con el lanzamiento de esta nueva forma de dinero, aparecen numerosas preguntas en torno a las nuevas funcionalidades que podrán tener los bancos centrales. ¿Podrán los ciudadanos abrir cuentas en los bancos centrales? ¿Manejará el banco central las cuentas de ciudadanos individuales? ¿Cambiarán los ciudadanos sus depósitos de bancos comerciales en pasivos del banco central? ¿Reducirá los ingresos de los bancos comerciales?  No es de extrañar que uno de los sectores más preocupados en torno al lanzamiento del euro digital sean precisamente los bancos comerciales.

Peligro de desintermediación

Según una encuesta lanzada por el BCE entre ciudadanos, empresarios y banqueros, más de dos tercios de los participantes reclaman que el euro digital debe integrarse en los sistemas bancarios y de pago existentes.

Tal como indica Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, el euro digital podría ser un claro competidor en la intermediación financiera, dominada actualmente por los bancos comerciales. Esta nueva forma de dinero digital podría reducir los ingresos que los bancos obtienen a través de las diferentes formas de pago que ofrecen y la información de los clientes. Además, si las condiciones del euro digital son muy atractivas, los ciudadanos podrían comenzar a transferir sus depósitos de los bancos comerciales a los bancos centrales.

Problemas para los bancos comerciales

Esto último es especialmente relevante, ya que podría conducir a una financiación menos estable de las entidades financieras comerciales y más costosa, provocando una menor rentabilidad bancaria y una reducción de los préstamos, limitando a su vez la financiación de la economía real, pues parece difícil pensar, al menos en el medio plazo, que los bancos centrales del euro digital puedan gestionar directamente los préstamos a empresas y ciudadanos. Ahora bien, los ciudadanos podrían verse enormemente atraídos por los bancos centrales por su imagen de seguridad y garantía. Algo especialmente relevante tratándose de criptomonedas y en fase de pre-introducción de la mayor parte de la sociedad en su uso.

En esta línea, Alberto Muñoz, profesor de Economía Aplicada y Estadística de la UNED y experto en criptomonedas, ha indicado a Observatorio Blockchain que esta situación es sobre todo probable si se instrumenta el euro digital a través de una wallet (criptocartera). Si el almacenamiento del euro digital es remunerado de alguna manera por mantenerlo en la wallet, podría desplazar a los bancos comerciales en la captación de depósitos, señala Muñoz. «Sobre todo, teniendo en cuenta que el banco central ofrecerá una mayor garantía de protección de los mismos, especialmente en tiempos de crisis».

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Posibles soluciones

Para evitar que los bancos sean desplazados, el BCE está estudiando dos alternativas. La primera sería poner un límite a la cantidad de euros digitales que pueden disponer los usuarios individuales. Por ejemplo, se podría poner un límite de 3.000€ y el dinero en exceso tendría que transferirse a una cuenta bancaria. Otra alternativa es que no haya límite, pero que, más allá de cierto umbral, se establezca un desincentivo financiero. Esto implicaría que hasta 3.000€, los euros digitales recibirían el mismo trato que el dinero en efectivo. Sin embargo, al pasar de esa cantidad se aplicaría un desincentivo financiero que desalentaría a sobrepasar el saldo favorable en la cuenta del banco central. El principal fin de estas dos medidas es evitar que las personas puedan transferir todos sus depósitos de cuentas bancarias a euros digitales. Una cuestión que podría desestabilizar el sistema financiero y precipitar una crisis bancaria.

Responsabilidades del Banco Central

Por otro lado, Panetta reconoce la posibilidad de que el BCE maneje las cuentas de ciudadanos individuales. Sin embargo, es muy poco probable que esto ocurra, ya que actualmente hay más de dos millones de empleados bancarios en Europa que tratan con 400 millones de clientes. Por tanto, es casi imposible que un número limitado de empleados del banco central puedan hacer frente a esto, con la multiplicación de gestión que esto implica. Ha de tenerse en cuenta que no sólo se trata de administrar entradas y salidas de dinero. En sociedades sumamente bancarizadas, muchos comportamientos de los ciudadanos pasan por los bancos comerciales, como ocurre con las domiciliaciones de recibos.

Además, tal como reconoce el miembro del Comité Ejecutivo del BCE, no se quiere utilizar el euro digital para cambiar la estructura del sistema financiero. De hecho, la idea es entregar el euro digital a los bancos para que presten los servicios que prestan actualmente, e incorporar el euro digital a esos servicios.

Necesidad de entendimiento

En esta línea, François Villeroy, Gobernador del Banco Central de Francia, ha señalado que el euro digital se hará con los bancos. «No contra ellos, ni a pesar de ellos». Villeroy va más allá y afirma que en el mundo digital es probable que el euro digital preserve la complementariedad entre el dinero del banco central y el dinero de los bancos comerciales. De lo contrario, dice, los bancos comerciales se enfrentarán a una difícil competencia por parte de las BigTechs y sus monedas estables privadas.

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De esta manera, la idea idílica del euro digital es la de no desplazar a los bancos. Sino servir como bien público proporcionado por el banco central para fomentar la innovación, el progreso y la eficiencia en el sistema bancario. Es decir, cambiar el instrumento; pero de manera que los actores y el guion sigan siendo los mismos. Al menos, esto es lo que aseguran desde el BCE y los principales bancos centrales. En la práctica, habrá que ver cómo afecta este lanzamiento a la estructura bancaria.

Imagen de Kai Pilger en Pixabay

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Guillermo Callejo
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