La red social BlueSky está de nuevo en el mainstream de las noticias porque muchos medios de comunicación, artistas e influencers han dado a conocer que dejarán X para irse a ella. La razón es que consideran que X es un entorno nocivo, lleno de fake news y sin moderación alguna. En este punto conviene recordar que X cuenta con las conocidas Community Notes, que permiten a la comunidad desmentir las noticias de forma abierta y participativa y que la red social aún mantiene un alto nivel de moderación. Especialmente, en la Unión Europea.
Red social Bluesky
La realidad es que X se ha convertido en un espacio que compite directamente con los medios tradicionales. Unos medios incapaces de subsistir de manera autónoma y cada vez más dominados por los mensajes de fuerzas políticas de cualquier signo. Los que defienden la libertad en X ponen el ejemplo de la victoria de Donald Trump, un triunfo que X presagiaba desde hace tiempo, frente a los medios tradicionales que apuntaba lo contrario. Ha sido en este terreno de polarización donde BlueSky ha empezado a ganar adeptos de personas y medios de comunicación que anuncian con gran pesar en X de su marcha a Bluesky. Es el caso del británico «The Guardian» o el diario español «La Vanguardia».
1 millón de nuevos usuarios a la red social Bluesky
Como resultado, BlueSky ha recibido 1 millón de nuevos usuarios desde la elección de Donald Trump el pasado 5 de noviembre. BlueSky cuenta en la actualidad con casi 16,1 millones de usuarios, conseguidos en poco más de 8 meses de funcionamiento. Sin duda, un gran número. No obstante padece de periodos de inactividad y muchas cuentas son bots que replican el contenido que se publica en X.
El mensaje de Jack Dorsey cuando se fue de Bluesky
Recordemos que BlueSky es una red construida sobre la base de AT Protocol, un protocolo creado por Jack Dorsey, fundador de Twitter. La idea nació después de que Dorsey dejará Twitter y la red social fuese comprada por Elon Musk. La idea de Dorsey era crear una red más libre, abierta, privada y «menos tóxica» que el Twitter que dejaba atrás. Una red marcada por la dura censura y su clara politización a favor de la izquierda.
Dorsey apoyó el desarrollo de AT Protocol con más de 10 millones de dólares, pero el 7 mayo de 2024 anunció que dejaba el proyecto. En la actualidad, AT Protocol está en manos desconocidas. Nadie sabe quién está detrás del proyecto y esto es peligroso. Sabemos que Jay Graber es su actual CEO, pero ella no es la dueña de la plataforma.
Al irse, Dorsey dijo lo siguiente: «No dependas de las corporaciones para que te concedan derechos. Defiéndelos tú mismo usando la tecnología de la libertad». Dorsey aceptó que se había equivocado con Twitter y dijo que Elon Musk tenía razón con su manejo de la red: la libertad de las personas para hablar no se puede limitar por la línea de pensamiento político.
La advertencia de Dorsey cobró sentido con los cambios que empezaron a darse en BlueSky tras su salida. En Observatorio Blockchain hablamos sobre la decepción de BlueSky con respecto a la privacidad y la censura. En dicho artículo dimos cuenta de que BlueSky era de todo menos privado y libre. Contábamos como el nivel de logs de las cuentas pasaba no solo por captar tus datos personales, sino por grabar todo lo que haces en la red, incluyendo tus mensajes directos o cualquier otra interacción, con el fin de pasarlo a la unidad de Trust and Safety y censurarte.
De hecho, la plataforma en sí misma podría violra el RGPD de la UE, ya que la información de la plataforma se comparte con otras compañías a nivel internacional. Lo dicen en su «Política de Privacidad».
Nadie sabe quién controla el servidor bsky.app
Tras la salida de Dorsey de BlueSky, las condiciones de uso de la red cambiaron a peor. El 22 de mayo de 2024, fueron publicadas las nuevas condiciones de uso de la plataforma, que son las actuales. Estas dejan claro que BlueSky no es lo que dice. Primero, porque amplía el alcance del log y rastreo de información de la plataforma, junto con políticas para compartir y usar esa información para la censura dentro de la plataforma.
De hecho, con la salida de esta nueva política, el equipo de BlueSky inmediatamente dio a conocer que ya contaban con una herramienta para censurar contenido. El shadow banning odioso de Twitter llegaba a BlueSky. Y aunque el servicio dice ser descentralizado, la realidad es que todo está bajo un mismo servidor (bsky.app) controlado por un grupo no conocido de personas y empresas.
Por su parte, AT Protocol, el proyecto software libre sobre el que se construye BlueSky, está controlado por un grupo de personas que censuran una gran cantidad de contenido, tal como se muestra en la siguiente captura. De hecho, la medida se ha visto «mejorada» de forma constante, una, otra y otra vez, en todo el desarrollo de BlueSky y AT Protocol.
Si construyes un proyecto cuya columna vertebral es la censura, no puedes decir que estás construyendo un proyecto libre y abierto. Y el Git de AT Protocol lo deja muy claro: la censura es parte fundamental de AT Protocol.
Un toque de realidad
En este sentido, parece que lo que se busca con BlueSky es crear una nueva alienación. X es malo, BlueSky es bueno. La realidad, como siempre, es mucho más compleja. X no es el paraíso. Hay desinformación, insultos, estupideces, pero también hay información contrastable, veraz y cierta sobre las realidades que la gente vive, más allá de una realidad politizada o ideológica. La libertad de expresión siempre ha consistido en dar a la gente la libertad de hablar y pensar y permitir que otros refuten las ideas de manera abierta y sin mordazas.
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