En este post vamos a contar por qué blockchain tiene una gran oportunidad en la aplicación de inteligencia artificial (IA) en la publicidad.
Parafraseando a Marx y Engels, se podría decir que hoy un fantasma recorre el Mundo. Ellos se referían a Europa. Es el fantasma de la inteligencia artificial (IA). Especialmente desde que ChatGPT se puso a tiro de quien diera su dirección email e hiciera una pregunta, saltaron todas las esperanzas y alarmas con respecto a la IA en todos los campos. Por un lado, como la gran esperanza para acabar de una vez por todas con uno de los castigos originales de la Humanidad, como son las tareas repetitivas. Pero, también, como la gran amenaza para millones de empleos, lo que parecía abrir una especie de abismo. Pues bien, uno de los campos en los que se prevé que tendrá una especial incidencia es en el de la publicidad.
Blockchain e IA, la suma perfecta para la descentralización de la Web3
La mejora de la eficacia publicitaria y la personalización de los mensajes publicitarios son los dos focos de atención de la aplicación de la IA a la publicidad. Lejos de ser antagónicos, se complementan. Así, buena parte de la mejora de la eficacia tiene su base en la personalización de los anuncios. La IA permite a los anunciantes crear anuncios personalizados, para cada usuario, a partir de los datos de navegación y preferencias de compra efectuadas. Se trata de llegar al usuario adecuado, en el momento adecuado. Una personalización que permite fijar más la atención de los usuarios en los anuncios y aumentar la tasa de clics.
Más allá de la personalización, las principales líneas para tal mejora de la eficacia de la publicidad son:
- Segmentación, pudiéndose aplicar la IA para analizar grandes cantidades de datos de usuarios y segmentarlos en grupos en función de diferentes criterios o variables, como la edad, el género, los intereses previamente mostrados o la ubicación. A partir de tal segmentación, los anunciantes pueden crear campañas dirigidas a audiencias cada vez más específicas.
- Optimización, pudiéndose ajustar en tiempo real los anuncios para maximizar la tasa de clics o el retorno de inversión, el llamado ROI, por sus siglas en inglés.
- Predicción del rendimiento de campañas publicitarias, con su consiguiente ajuste de precios y potencial rediseño de matices antes de que se lancen.
- Al igual que en otros sectores, la IA puede utilizarse para automatizar tareas repetitivas, como la selección de ofertas publicitarias y la compra de medios.
Ahora bien, esa función de sustituir tareas repetitivas no puede tapar el potencial para la creación que se encuentra tras esta tecnología. Sí, la IA, como la “inteligencia natural”, es creativa. Un concepto básico, casi cabría calificarlo de mítico, en el ámbito de la publicidad.
Integración de Blockchain e Inteligencia Artificial desde la perspectiva de la ética
Aunque pueda sonar contradictorio, se trata de una creatividad adaptada a los usuarios-consumidores y su momento concreto. Una creatividad en continuo proceso. Y es que la IA utiliza algoritmos para crear anuncios personalizados para cada audiencia.
La IA puede crear anuncios utilizando técnicas de aprendizaje automático. Estas técnicas permiten a la IA aprender de los datos y generar contenido publicitario que se adapte a las necesidades de la audiencia.
Los tres principales métodos que la IA utiliza para crear anuncios son: redes neuronales, procesamiento de lenguaje natural y algoritmos de generación de contenido. Apuntemos sintéticamente cada uno de ellos.
La IA es capaz de utilizar redes neuronales para genera texto y contenido visual capaz de adaptarse a la audiencia. Sobre todo porque aprende de los datos de los usuarios. Puede decirse que es el buen servidor, siempre atento al más mínimo movimiento de su “señor”, el cliente, que registra cada mínimo reflejo en la red de los movimientos de cada consumidor, en un momento que hasta la respiración se refleja en la red.
Con la técnica del procesamiento del lenguaje natural, la IA publicista se carga con las palabras clave que los usuarios utilizan al buscar en línea. Es decir, se alimenta de su lenguaje, tal como expresan las cosas. Es este lenguaje de los usuarios del que parte para hablar así a los propios usuarios.
Cómo hacer una IA de todos en Web3 con nuestros datos
Por último, con los algoritmos de generación de contenido la IA articula imágenes, palabras y cualquier elemento, especialmente visual. Realiza las combinaciones justas para adaptarse a los gustos e intereses de los consumidores.
Como avisábamos al principio, no todo es brillo y esplendor. Además de los empleos en peligro, están las dimensiones éticas y las relacionadas con la privacidad de los datos. Todo mensaje tiene un componente ético y ha de ajustarse a unos límites éticos, variables en cada sociedad o comunidad. Esto puede verse en peligro por la propia automatización y velocidad de ajustes sin control alguno. El problema de la privacidad de los datos y el hecho de que la IA se alimente de nuestros datos, da una gran oportunidad a Blockchain, como instrumento a partir del cual puede registrarse la captura de nuestros datos. Se abre la posibilidad de que podamos vender o, al menos, negociar con nuestros datos, los creados por nuestros movimientos online.
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