BITLAB lanza cinco Bootcamp enfocados en IA y Web3
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Cómo hacer una IA de todos en Web3 con nuestros datos

Al hilo del debate sobre sobre la IA y los derechos de propiedad intelectual, en Observatorio Blockchain hemos creído oportuno ver cómo la Web3 3 puede ayudar al desarrollo de una IA propiedad de todos. Como se ha repetido en sucesivas ocasiones, la IA se alimenta de los datos que todos nosotros depositamos a diario en internet. Sin dichos datos, herramientas como ChatGPT no hubieran sido posibles. De hecho, el Parlamento Europeo publicó un informe en 2020 titulado: «Sobre los derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de las tecnologías relativas a la inteligencia artificial»

Blockchain e IA, la suma perfecta para la descentralización de la Web3

Como hemos repetido en varias ocasiones en este diario, Web3 busca crear una nueva generación de internet basada en la tecnología blockchain, incorporando con ello conceptos como descentralización y economía de tokens (tokenomics). Una visión que se contrapone con la Web2, donde los datos y el contenido están centralizados en un pequeño grupo de empresas. De esta forma, la Web3 promete una estructura donde los usuarios tienen más control sobre sus datos y pueden interactuar más profundamente con otros usuarios desde cualquier plataforma.

Web3 IA

Así, la Web3 tiene la capacidad de descentralizar la Web e impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial. En la actualidad, la IA se ocupa de crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como reconocer imágenes, comprender el lenguaje natural o jugar al ajedrez. La IA está basada en grandes cantidades de datos que permiten entrenar a sus algoritmos para mejorar su rendimiento. Sin embargo, estos datos suelen estar almacenados en servidores que son propiedad de las grandes empresas tecnológicas, lo que plantea problemas de privacidad, seguridad y acceso.

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Es en este apartado donde la Web3 puede transformar por completo la IA, ofreciendo los mecanismos necesarios para su descentralización y apertura, permitiendo una evolución mucho más rápida y explosiva de sus capacidades. Xinxin Fan, experto en criptografía, ingeniería, IA/ML y ciberseguridad, además de cofundador de IoTeX indica que extraer datos en tiempo real de dispositivos inteligentes y tecnologías blockchain podría incentivar a las comunidades a recopilar información fiable y precisa para ChatGPT a cambio de criptomonedas o NFT. Fan también está detrás de Web3stream,

Generación abierta de IA

La Web3 permite el intercambio descentralizado de datos entre los participantes de la red mediante tecnología blockchain. Esto significa que los datos no pueden ser manipulados ni censurados por ninguna entidad centralizada. Además, los usuarios pueden decidir qué datos quieren compartir y con quién, recibiendo recompensas por su contribución mediante tokens o criptomonedas.

Así pues, la Web3 facilita el desarrollo colaborativo e inclusivo de la IA al proporcionar una infraestructura abierta y democrática para el intercambio de datos. Esto puede impulsar la innovación y la diversidad en el campo de la IA, al permitir que más personas participen en su creación y uso. También puede mejorar la calidad y la fiabilidad de los sistemas de IA al aumentar la cantidad y variedad de datos disponibles para su entrenamiento. En definitiva, la Web3 puede proporcionar un internet más descentralizado y libre, que puede tener un impacto positivo en el desarrollo de la IA. Al utilizar la tecnología blockchain para facilitar el intercambio descentralizado de datos entre usuarios, pueden superarse algunos problemas relacionados con la privacidad y la seguridad. Esto puede favorecer un desarrollo colaborativo e inclusivo de sistemas inteligentes capaces realizar tareas complejas con mayor eficiencia.

IA económicas, potentes y para todos

La principal ventaja de construir IA usando Web3 y tecnologías libres es es crear IAs económicas, potentes y al alcance de todos. Pensemos por un momento la evolución inmensa que ha tenido la IA desde la llegada de los modelos GPT de OpenAI. De GPT-1 (2018) a GPT-3 (2021) solo hay tres años de evolución y desarrollo, pero estos tres años han sido suficientes para cambiar por completo nuestra visión sobre la tecnología IA y su impacto en nuestro futuro. Por supuesto, en esos tres años se han invertido cientos de millones de dólares en investigación y desarrollo y muchas empresas consideran que esto no puede cambiar.

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Sin embargo, esto no es cierto. Modelos como Llama, de Facebook, que ahora es un desarrollo abierto, permiten la creación de modelos mucho más baratos y accesibles computacionalmente, ya que no se necesitan potentes computadores para su ejecución.

El mejor ejemplo lo podemos ver en la Universidad de Stanford, que ha puesto a disposición del público, la construcción de un modelo equivalente a ChatGPT-3.5 por menos de 1000 $.

Tokenomics, Web3 e IA

El modelo de la Universidad de Stanford muestra como conceptos como tokenomics (economía del token), Web3 e IA, pueden unirse para construir nuevos modelos capaces de ser adaptados a necesidades puntuales y explotarse de forma sencilla.

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Por ejemplo, podríamos crear redes de computadores con recursos CPU y GPU que sirvan para ejecutar y entrenar nuevas IA, con un coste muy inferior. Un trabajo, que utilizando una blockchain o incluso una base de datos distribuida (MongoDB), puede servir de retroalimentación para acelerar y mejorar los modelos con cada nueva iteración y entrenamiento. Todo ello mantenido a través de una tokenomics que permite a los dueños del hardware ganar dinero por colocar estos equipos al servicio de usuarios globalmente, a la vez que los usuarios compran y venden modelos cada vez más especializados de IA generadas a medida.

En este aspecto, las posibilidades son infinitas. Especialmente, si tenemos en cuenta que la Web3 tiene el potencial de poner una enorme cantidad de datos al servicio de las IA en tiempo real y con una enorme calidad en el origen de sus datos. Nos queda por ver cómo será la evolución de la tecnología Web3 y la IA, pero todo apunta a  que la unión de ambas tecnologías es una realidad ineludible de la que el mundo se verá beneficiados en formas aún por explorar.

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