Ikea recurre a la IA para diseñar un sofá de 10 kilos para nómadas

Ikea se ha aliado con la inteligencia artificial (IA) para diseñar un sofá que sólo pesa diez kilos. La marca sueca se ha hecho popular por haber llevado más allá de sus límites el concepto de mobiliario, de algo que se mueve fácilmente en una sociedad más dada a los traslados, que a echar raíces.

Para encontrar respuestas en la IA, hay que saber preguntar

Diseña muebles y fabrica las piezas que los componen con la idea de que, en cualquier momento, se puede llevar de una casa a otra, junto con la maleta. Pues bien, a la hora de pedirle a la IA un sofá, ese parece haber sido el criterio principal: ser fácilmente trasladable en las mudanzas o poder abandonarlo en un minúsculo cuarto trastero. De hecho, una vez plegado tiene la forma de un gran sobre o de una de esas grandes carpetas que llevan de un lado a otro los estudiantes de arquitectura.

IKEA IA

Otra de las características de este sofá para nómadas, que es el concepto que usa la marca amarilla, es que no se necesitan herramientas para montarlo. Así evitarán esas colas en sus tiendas de clientes que reclaman un tornillo que falta. Un tópico de la clientela de Ikea. Hasta el punto que la calle donde está situada la tienda en Valladolid se llama “Me falta un tornillo”.

La responsabilidad de la IA en el caso del abogado que confío en ella

Los materiales, como las telas o las espumas, del nuevo “sofá inteligente” son reciclables y biodegradables. La estructura es de aluminio. Por lo tanto, además de ligero es sostenible. Haría falta probarlo, para saber si es cómodo. Pero, de momento, Ikea lo tiene en el ámbito de la experimentación. Es un prototipo. No se encontrará en sus grandes tiendas a la venta. Es el primer paso para el diseño de la casa desde la IA.

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Bienes masivos

No es el primer mueble diseñado por la IA. Ha estado implicada en, por ejemplo, el diseño de sillas ergonómicas que, con unos sensores, se van adaptando a las posturas del usuario. También en el de armarios que, reconociendo las prendas, las doblan y las guardan en el específico compartimento. Por supuesto, los antecedentes abarcan sofás, diseñados de manera personalizada, según las preferencias de confort, estilo, colores y tamaño del usuario. Pero con el prototipo de Ikea, el diseño se acerca al mercado de los bienes masivos.

Para todos. Para, como reza el eslogan, la república independiente de cada casa.

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