Para encontrar respuestas en la IA, hay que saber preguntar

Turing, uno de los creadores de la IA, estaba enamorado del libro titulado Natural Wonders Every Child Should Know, de Edwin Tenney Brewter. Es una obra que, destinada a los niños de unos nueve años, enseñaba a preguntar. Lo primero era preguntar. Después, ya vendrían las respuestas. Para obtener el máximo rendimiento de las IA que funcionan a partir de una red neuronal de transformadores para procesar y generar texto, tras ser entrenadas en grandes cantidades, se requiere saber preguntar.

La responsabilidad de la IA en el caso del abogado que confío en ella

Una concreción de ese tipo de IA es el ya popular ChatGPT. Según la pregunta que hagamos, nos responderá con una respuesta coherente. Pero, a veces, poco satisfactoria. Tal vez la primera reacción es atribuirlo a las limitaciones de la concreta IA. Pero posiblemente la responsabilidad de la débil respuesta está en quien preguntó, por la forma en que preguntó.

Saber preguntar consiste básicamente en saber qué palabras hay que emplear. Si son en inglés, mejor, ya que es el idioma preferente de los contenidos que alimentan la IA. Por otro lado, los ingenieros prompt, especialistas en la cuestión, nos apuntan que el orden de las palabras utilizadas en la pregunta o solicitud son vitales. En todo caso, parece que, para que la máquina nos resulte intensamente útil, hay que saber hablar como la máquina. Con ello, se ahonda en la sospecha de que la IA se acabará pareciendo mucho a la inteligencia humana; pero porque la propia inteligencia humana se acabará pareciendo a la IA. 

La propia ChatGPT ofrece consejos sobre cómo hacerle preguntas:

1. Formula tu pregunta de manera directa y específica. Evita preguntas vagas o ambiguas
2. Si es necesario, proporciona contexto suficiente para que la ChatGPT comprenda mejor tu pregunta.
3. Utiliza un tono educado y respetuoso al hacer preguntas.
4. Evita escribir en mayúsculas todo el tiempo, ya que en los canales online se interpreta como gritar. Vamos, un: ¡no me grites!
5. Desglosa tu pregunta en partes más pequeñas para facilitar la comprensión.

El miedo de la sociedad a la IA ya estaba antes de la pandemia 

Como puede apreciarse, las formar son muy importantes. Es muy posible que, a partir de los cursos sobre cómo preguntar y solicitar ayuda a la IA, nos reeduquemos. Al menos, se transmitirán las reglas básicas para una correcta interacción. Así, lo aprendido en la educada interacción humano-máquina podrá proyectarse a la interacción entre humanos, que tiende a agriarse.

“Preguntar era lo fundamental, pensaba K”. Esto es lo que nos decía Franz Kafka en su gran obra El Proceso.

 

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