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¿Qué es KYC y AML en las criptomonedas y por qué es importante?

KYC (Know Your Customer) y AML (Anti-Money Laundering) son dos conceptos clave para el futuro de las criptomonedas y su regulación. KYC es el proceso de identificación por el que pasa un cliente cuando abre una cuenta en un intercambio de criptomonedas y es una de las partes fundamentales en las regulaciones Anti Lavado de Dinero (AML). Aunque estos controles pueden ayudar a la adopción masiva de las criptomonedas, muchas personas consideran que atentan contra los principios básicos de anonimato y descentralización de los criptoactivos. Por tanto, las regulaciones deberían buscar el equilibrio perfecto entre privacidad y auditabilidad.

Qué es KYC y AML

Si has abierto una cuenta en un exchange de criptomonedas centralizado como Coinbase o Binance, posiblemente ya hayas pasado por un proceso KYC. El objetivo del KYC es confirmar quién es el cliente detrás de la cuenta y prevenir actividades ilegales como el lavado de dinero o la evasión fiscal. Los procesos KYC son comunes en las empresas de servicios financieros o en los exchanges de criptomonedas, ya que si no lo llevan a cabo, las plataformas podrían ser las responsables directas de estas actividades ilegales. De hecho, la mayoría de proveedores de este tipo de servicios realizan el proceso de verificación antes de permitir al cliente hacer cualquier tipo de operación.

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Para completar el proceso de identificación es necesario aportar datos personales, como nombre completo, lugar de residencia y dirección. Además, hay que confirmar estos datos adjuntando una foto de un carnet de identidad o pasaporte que verifique la información aportada. Por ello, en algún exchange, el proceso de KYC puede durar horas o incluso más de un día.

AML

El objetivo de las regulaciones AML es impedir a los usuarios realizar operaciones de lavado de dinero. Es decir, evitar que fondos obtenidos de actividades ilícitas circulen por el sistema financiero. En en este caso, por el sistema cripto-financiero. Desde sus orígenes, las criptomonedas se ha asociado con este tipo de actividades, principalmente, por 3 razones. Se pueden realizar transacciones de forma totalmente anónima, las transacciones son irreversibles y la más importante: las criptomonedas siguen sin estar reguladas en la mayoría de países del mundo .

Regulaciones KYC y AML

De momento, pese a la falta de una regulación clara, la mayor parte de leyes aprobadas relacionadas con las cripto apuntan a que se cumplan los procesos de KYC y AML. En Europa, la Quinta Directiva contra el blanqueo de capitales (5AMLD), aprobada el 10 de enero de 2020, solicita a los exchanges cripto que operen en la Unión Europea la presentación de información  a las autoridades competentes sobre sus clientes. También solicitan realizar controles de diligencia sobre los usuarios sospechosos. Estados Unidos actualizó sus leyes contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo el pasado enero para incluir las criptomonedas.

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En España, la Comisión del Congreso de los Diputados aprobó en mayo una nueva normativa contra el Fraude Fiscal, a través de la cual se exige información sobre los titulares de criptomonedas, saldos y operaciones.

Las CBDC

Debido a estas regulaciones, enfocadas a controlar todos los movimientos de los clientes, muchas personas miran con recelo las CBDCs (Monedas digitales del banco Central) y la posible eliminación del dinero en efectivo. De hecho, según una consulta realizada por el BCE sobre el euro digital, la privacidad era la cualidad más valorada. La búsqueda de la privacidad presenta un enorme desafío, ya que supone encontrar el equilibrio entre privacidad y auditabilidad.

China, uno de los países que más ha avanzado con su CBDC, propone un anonimato controlable. Las transferencias con valores pequeños serán anónimas y las operaciones de gran valor estarán controladas. Sin embargo, este tipo de medida solo es posible con las CBDCs, ya que se trata de monedas estables emitidas por los Bancos Centrales. Debido a este peligro, el Gobierno chino prohibió el pasado mayo a las instituciones financieras operar con el resto criptomonedas. Una medida que, evidentemente, frena cualquier desarrollo posible de las criptodivisas en el futuro.

Debate

Las posibilidades y riesgos de las monedas digitales son enormes en ambos sentidos y encontrar un equilibrio no es fácil. Tal como indica Joan Tugores, catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona. «Sería casi un sarcasmo que una de las ideas iniciales de las criptomonedas, la de dejar fuera del control de los gobiernos lo que sea dinero y su utilización, acabe dando paso a unas monedas digitales que, sobre todo, en entornos con escaso respeto a los derechos individuales, suceda exactamente lo contrario: un gran hermano monetario, un 1984 orwelliano que tenga en el seguimiento de las transacciones una vía de control inéditamente total».

El debate en torno a este asunto se centra en encontrar un equilibrio entre proporcionar cierto anonimato y garantizar el cumplimiento de las normas fundamentales en áreas como la lucha contra el blanqueo de capitales, la lucha contra la financiación del terrorismo y la evasión fiscal.

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Guillermo Callejo
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