Las plantas hidroeléctricas han encontrado en la minería de criptomonedas una solución para obtener mayor rentabilidad con los excedentes de producción. Muchas compañías hidroeléctricas se ven obligadas a trabajar por debajo de su capacidad o a vender la energía sobrante a precios bajos. Por ello, las granjas de minería cada vez ganan más peso en la monetización de los excedentes de energía de las centrales energéticas.
Greenidge Generation, una planta energética situada en Dresden, Nueva York, ha revelado que está utilizando la energía que no utiliza para minar alrededor de 5,5 BTC al día. Para desarrollar este nuevo modelo de negocio se ha asociado con Atlas Holding.
Con el minado de bitcoin, la compañía ha logrado rentabilizar una parte de la energía que habitualmente desperdiciaba. Para llevar a cabo esta nueva línea de negocio, Greenridge Generation tuvo que ejecutar una importante obra de reestructuración. Antes de apostar por el gas natural, Greenridge trabajaba con el carbón. El coste de su transformación, con la instalación de la granja de minería, ascendió a 65 millones de dólares
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Ingresos con criptomonedas
En la actualidad, Greenridge Generation ha logrado generar ingresos en todo momento. En los picos de consumo está capacitada para proveer de energía a la red principal y cuando el consumo energético de New York se reduce, reactiva su granja de minería y genera ingresos con criptomonedas.
La experiencia de Greenridge Generation muestra que aunque la minería puede funcionar bien para el gas natural, podría no ser tan buena idea para las energías renovables. Como la eólica o la solar. El motivo es la alta variabilidad de este tipo de energía, por lo que quizá convendría almacenar la energía para más adelante.
Otro problema es la viabilidad a largo plazo. La minería de Greenidge es rentable en la actualidad, pero si aumenta el consumo energético diario y la planta debe empezar a enviar más energía a la red, su granja comenzará a perder potencia y rentabilidad. Lo mismo puede ocurrir si bitcoin baja y las ganancias por minería disminuyen hasta el punto de que las ganancias se diluyen en gastos de mantenimiento de la granja.
Tal y como recoge Coindesk en su edición de hoy, haciéndose eco de una noticia aparecida en un diario local, el Gobierno de Ya’an, una ciudad-prefectura en la provincia de Sichuan, busca hacer de esta ciudad un ejemplo de alta calidad para el consumo excesivo de la energía de las hidroeléctricas.
Se estima que la región de Sichuan representa más del 50 por ciento de la potencia informática de la red Bitcoin. Por ello, recientemente emitió una guía pública para aprovechar la oportunidad estratégica del sector blockchain y ayudar a consumir la electricidad hidroeléctrica excesiva.
Paraguay cede el excedente de la represa de Itaipu
Pese a ello, la experiencia puede invitar a que otras plantas repliquen el movimiento, como ya está pasando en otras latitudes. Uno de los proyectos eléctricos más importantes en todo el mundo es la represa de Itaipu. Ubicada en el Triple Frontera, sirve energía eléctrica a Brasil y Paraguay. Considerada una de las mayores productoras de energía, Itaipu está capacitada para proveer toda la energía de Paraguay la que necesitan las regiones del sur de Brasil. Y aún así tendría un excedente de alrededor de 700 MW.
La represa del Itaipu genera tanta energía, que cubre el consumo energético de Paraguay con tan solo un diez por ciento de su producción. La represa está sometida a un convenio que establece que la producción debe dividirse a partes iguales entre Paraguay y Brasil. Lo que ha llevado a Paraguay a vender su excedente a Brasil, pero a precios muy bajos. Sin embargo, la situación puede cambiar en breve por el negocio de la minería.
Infraestructura minera en Ciudad del Este para Bitfury
De hecho, este excedente de producción llamó la atención de Commons Foundation y de Bitfury, a quienes Paraguay otorgó alrededor de 50.000 metros cuadrados de terreno para desarrollar una infraestructura minera en Ciudad del Este. El proyecto, integrado en Golden Goose de Commons Foundation, tiene como objetivo la creación de uno de los centros de minería e intercambio de criptomonedas más grande del mundo.
En Rusia, también existen varios proyectos de este tipo. Uno de ellos está situado en una antigua instalación soviética, que cuenta con acceso a la energía ofrecida por una represa hidroeléctrica. La instalación se encuentra en la ciudad siberiana de Bratsk y aloja mineros Bitcoin para varios clientes. El complejo pertenece a Oleg Deripaska, el multimillonario y presidente de Rusal, la segunda compañía de aluminio más grande del mundo. Deripaska es también el mayor accionista de la compañía de servicios de criptomonedas Bitriver.
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Situaciones como la de la represa de Itaipu también se dan en Rusia, China, Estados Unidos, Canada, Australia o Suecia. Todos estos países cuentan con un enorme potencial energético de centrales hidroeléctricas que puede ser utilizado para la minería en cualquier momento.
Precios bajos
Las razones para crear una granja de minería sostenida por el excedente de plantas eléctricas son los precios bajos de la energía y la oportunidad de maximizar ganancias. Los inversores de grandes granjas de minería deben medir bien el coste de sus gastos eléctricos. Algo de lo que pueden olvidarse quienes son dueños de plantas eléctricas o tienen acceso a infraestructuras eléctricas con precios ridículamente bajos.
La unión de las situaciones explicadas anteriormente se da en Venezuela. El país suramericano actualmente tiene el costo de energía eléctrica más bajo del mundo. De hecho, se pueden mantener plantas eléctricas a diésel o gasolina a costes tan bajos, que prácticamente es gratis. El coste la energía de la red eléctrica nacional es de tan solo 0,0002 $ por kW. Si se usa una planta eléctrica propia, dicho costo se dispara a unos 0,0006 $ por kW usando gasoil o gasolina.
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Estas cifras presentan a Venezuela como un país de oportunidades para la minería de criptomonedas. En cierta forma lo es. Sin embargo, los fallos generales de energía en el país, la cada vez más deficiente red de telecomunicaciones y los problemas de índole legal y criminal mantienen a las grandes empresas alejadas de la nación. Algo que no ha detenido a privados nacionales de abrir granjas de minería legales o ilegales. Sobre todo, teniendo en cuenta que 1.000 dólares son suficientes para solventar los requisitos energéticos de todo un año. El impacto de esta realidad se refleja en la empresa Criptominer, que ofrece soluciones integradas y autónomas para la minería de criptomonedas.
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