Las criptomonedas serán el dinero efectivo del siglo XXI y pueden constituir la mejor herramienta para una guerra digital, afirma Marion Laboure, profesora de Economía y Finanzas de la Universidad de Harvard, en un informe elaborado por Deutsche Bank titulado “Imagine 2030, la década que viene”.
La pregunta que hay que hacerse, según la economista, es qué país aprovechará para ser el primero en obtener licencias y construir alianzas. «A medida que eso ocurre, la línea entre las criptomonedas, las instituciones financieras y los sectores público y privado se difuminará”, afirma.
Respecto al uso de las criptomonedas, Laboure precisa que si las tendencias actuales continúan, en 2030 podría haber 200 millones de usuarios con billeteras blockchain. Laboure, que ha trabajado como economista en el Banco Central de Luxemburgo, la Comisión Europea y Barclays, señala en dicho informe que las curvas de adopción de billeteras de blockchain e internet son similares
Obstáculos a superar por las criptomonedas
No obstante, señala que para su uso generalizado las criptomonedas deben superar tres obstáculos principales. Lo primero que tienen que conseguir, señala la economista, es obtener la legitimidad de gobiernos y reguladores. Lo que significará estabilidad en el precio y ventajas para comerciantes y consumidores.
Otro de los obstáculos que deben vencer las criptodivisas para su uso generalizado es permitir un alcance global en el mercado de pagos. Para conseguirlo, Laboure considera que deben establecer alianzas con partes interesadas clave. Entre ellas, cita los nombres de Apple Pay y Google Pay, de proveedores de tarjetas, como Visa y Mastercard. O el de minoristas como Amazon y Walmart.
Si logran superar todas estas dificultades, Laboure señala que el futuro del efectivo estará en riesgo. No obstante, precisa que surgirían nuevos desafíos relacionados con lo que significa basar un sistema financiero robusto completamente en el consumo de electricidad:
Para una transmisión fluida hacia una plataforma totalmente digitalizada, el sistema financiero debe estar listo para superar cualquier tipo de corte de electricidad o ataque cibernético”
Retos de los gobiernos
En este sentido, Marion, que cuenta con un doctorado en economía de la Ecole Normale Superieure y una maestría en economía de la London School of Economics, subraya que los gobiernos necesitarán cada vez más almacenar de manera segura una copia de seguridad de los datos de sus ciudadanos en un país alternativo.
Pone el ejemplo de Estonia, que eligió Luxemburgo para almacenar una copia de seguridad integral de los datos del Gobierno, incluidos los relacionados con la salud de sus ciudadanos, la población, los registros comerciales, así como una embajada de datos.
Laboure, que ha titulado su capítulo “Criptomonedas, el dinero efectivo del Siglo XXI”, también cita como factores a tener en cuenta en un escenario de dinero cripto los desastres naturales, el cambio climático y el calentamiento global. Concluye que aunque son poco frecuentes, pueden llegar a ser paralizantes. Para ilustrarlo alude a lo que sucedió en Quebec en 1989, que se quedó en la oscuridad durante nueve horas debido a una llamarada solar.
También hace referencia a los ataques cibernéticos, cada vez más frecuentes. En enero de 2018, explica Laboure, el exchange de criptomonedas con sede en Tokio Coincheck dio a conocer que los piratas informáticos habían sustraído 400 millones de libras. Como resultado del ciberataque, pese a que las transacciones para muchas criptomonedas son públicas, los 523 millones de monedas robadas terminaron en cuentas sin nombre.
Criptomonedas para una guerra digital
La economista de Harvard explica que algunos países con industrias bancarias históricamente sólidas están probando criptomonedas y que no sería sorprendente que en la próxima década surgiera inesperadamente una criptomoneda nueva y convencional.
“Las criptomonedas pueden constituir la mejor herramienta para una guerra digital. La pregunta es qué país aprovechará para ser el primero en obtener licencias y construir alianzas. A medida que eso ocurre, la línea entre las criptomonedas, las instituciones financieras y los sectores público y privado puede volverse borrosa”
Laboure echa mano de la historia del uso del dinero para realizar un pronóstico sobre la evolución del uso de las criptomonedas. Así, subraya que en el siglo XX, la mayoría de las empresas y minoristas aceptaban y favorecían el efectivo para pequeñas empresas.
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Hoy es muy diferente, explica la economista. Los minoristas prefieren los pagos digitales, ya que el efectivo significa contar facturas, encontrar cambios, lidiar con colas bancarias o posibles robos.
“Esos factores superan lo que cuestan las tarifas de tarjeta de crédito en las transacciones. El siguiente paso lógico es una alternativa de efectivo digital que elimina, o al menos reduce, las tarifas que actualmente cobran los proveedores de tarjetas”.
Efectivo y anonimato
Además, Laboure explica que casi dos tercios de los consumidores prefieren los pagos no materiales a los pagos en efectivo y que un tercio está preocupado por el anonimato.
Precisamente, los pagos en efectivo y la protección del anonimato son las dos cosas que las criptomonedas hacen mejor, según Laboure. Por ello, estima que si los gobiernos respalden su uso y si los consumidores las quieran, las tasas de adopción serán más mucho más rápidas.
En su publicación, Laboure también señala que aunque las criptomonedas existen desde hace años, no fue hasta 2017 cuando lograron atraer la atención mundial. Fue el año en que Bitcoin llegó a alcanzar casi los 20.000 dólares.
Pero sin duda, quien ha llevado las criptomonedas a la cima de la fama ha sido Facebook, cuando anunció el pasado mes de junio el lanzamiento de Libra. El nuevo sistema de pago de criptomonedas de la red social trasladó la conversación a todos los niveles de la sociedad y la política, según Laboure.
“Facebook, con su base de usuarios potenciales de más de 2.000 millones, tiene el potencial de interrumpir la industria de pagos y enviar el uso de criptomonedas a la corriente principal”.
Sociedad sin efectivo
La economista de Harvard indica que las criptomonedas, pese a sus conocidos beneficios, como seguridad, velocidad, tarifas mínimas de transacción, facilidad de almacenamiento y relevancia en la era digital, nunca han logrado despegar como medio de pago.
Mirando hacia el futuro, esta situación puede ser diferente. Laboure se pregunta qué pasaría si uno de los GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple) o sus equivalente chinos: Alibaba, Baidu, Tencent y Xiaomi (BATX) fuesen capaces de superar los obstáculos regulatorios, el principal escollo en la actualidad.
La economista subraya que a la larga, este hecho ampliaría el atractivo de las criptomonedas y que aceleraría su adopción. Por el lado de la oferta, precisa que los gobiernos, los bancos y las tarjetas se están moviendo hacia una sociedad sin efectivo.
“Si bien los gobiernos están más preocupados por eliminar los billetes más grandes en circulación, ya que se utilizan principalmente para la economía negra, los bancos y los proveedores de tarjetas están encontrando formas de fomentar pagos más pequeños con tarjetas a través de innovaciones tecnológicas, como pagos sin contacto y móviles”
China e India
La clave, según Laboure, es lo que sucederá en los dos países más poblados del mundo. Hasta ahora, explica la economista, China e India prohibieron la compra y venta de criptomonedas. Pero las cosas se mueven rápidamente y a finales de octubre, el presidente chino Xi Jinping respaldó blockchain como «un avance importante para la innovación».
Para Laboure, el objetivo del PBoC de reemplazar el efectivo por una moneda digital emitida por el banco central es apoyar la circulación e internacionalización del yuan.
“Se deben confirmar los detalles, pero parece que ls bancos comerciales y el PBOC serán los únicos emisores. El PBoC diseñará todas las billeteras, posiblemente sin usar blockchain. Con el apoyo del Gobierno, es probable que el pueblo chino se mueva rápidamente para adoptar la moneda digital”.
Respecto a la situación en India, la economista señala que el cambio también está llegando. Recientemente, un panel económico del Gobierno propuso la introducción de una moneda digital oficial con el estado de moneda de curso legal y regulada por el Banco de la Reserva de la India.
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