Seguramente hayas escuchado hablar del navegador Brave y de su visión sobre el futuro de Internet. Una visión que incluye privacidad, seguridad, descentralización y monetización de forma integrada. ¿Suena impresionante, verdad? La verdad es que lo es, pero lo más impresionante es la manera en que lo logra y el papel que la tecnología blockchain juega en todo ello.
La historia del navegador Brave comenzó en el año 2015. Su creador, el cofundador del Proyecto Mozilla y también creador de JavaScript, Brendan Eich, decidió poner en marcha al proyecto tras su salida de Mozilla en 2014, tras un pequeño y vergonzoso percance, en el que fue atacado por sus creencias personales. Aquel golpe fue muy duro para Eich. Sin embargo, siguió haciendo lo que mejor se le daba: desarrollar software para mejorar Internet, tal y como ha hecho toda su vida.
El resultado de su trabajo y de quienes lo acompañaron fue Brave. En mayo de 2015, Brave salía a la luz con una base de código basada en Chromium, la versión libre de Google Chrome. Esta primera versión, denotaba la poca maduración del proyecto. Sobre todo, teniendo en cuenta el objetivo del mismo: la privacidad.
Pero Eich y su socio Brian Bondy, lograron dar una vuelta de tuerca a todo ello. Ambos se dieron cuenta de que uno de los principales problemas de Internet era la ingente cantidad de publicidad y rastreadores que existen en las webs. Aunque tienen el objetivo de ayudar a monetizar y mantener la web, resultan molestos, excesivos y rompen la privacidad de los usuarios. Existía un problema y Eich le encontró la solución con la ayuda de blockchain como jugador primordial.
Privacidad, control de publicidad y monetización usando la blockchain
La idea de Eich y Bondy de crear un navegador con bloqueador de publicidad y rastreadores de forma nativa sonaba muy interesante. Pero existía un problema: bloquear publicidad en las webs dejaba a estos sitios sin fuente de ingresos. Así que un navegador que disminuía los ingresos de los sitios webs sería mal visto. Una situación por la que podría verse boicoteado por parte de los dueños de cada sitio web. Y así sucedió.
Eich y Bondy idearon que para solucionar este problema era necesario crear un sistema de recompensas. Tanto para las webs, como para los usuarios, y que permitiera la monetización de los contenidos publicados. Era un problema gigante en el que la tecnología blockchain sería parte fundamental. Y así fue como nació Brave Rewards, una idea de gran envergadura y totalmente desconocida para Internet.
Básicamente, Brave Rewards permite a los sitios web seguir usando publicidad bajo unos ciertos criterios menos intrusivos y acordes a unas políticas de privacidad bien claras. Para ello, los anunciantes y empresas publicitarias deben introducir sus anuncios en el sistema. Una vez allí, se colocan en las pantallas de los potenciales usuarios interesados que usan el navegador Brave. Así, las webs se benefician de la publicidad y los usuarios pueden seguir ayudando a sus webs favoritas.
Básicamente, lo que Brave Rewards hace es tomar la publicidad directamente de los anunciantes y crear una «cartera de anuncios». Desde allí, Brave envía a sus usuarios la publicidad de acuerdo a sus intereses. Además, solo pueden ver esa publicidad quienes usan Brave o están conectados a su sistema publicitario.
Esto se hace de esta manera por dos razones:
- El navegador Brave maneja los datos de los usuarios y sus navegadores de forma tokenizada. Cada usuario con un navegador Brave es un usuario tokenizado, único e irrepetible, con gustos y aficiones, pero no hay datos personales, ni nada que relacione al usuario de Brave con su identidad real, esto protege la privacidad
- Brave bloquea la publicidad, pero al mismo tiempo habilita su publicidad interna, menos intrusiva y más respetuosa con la privacidad. Para mostrar la publicidad, las empresas deben crear sus anuncios, Brave los almacena y reparte a quien pueda estar potencialmente interesado en la misma, por medio de un perfil creado para cada usuario, donde sus datos personales no son almacenados.
Lo más revolucionario es que el dinero obtenido por la publicidad, se envía directamente al dueño de la web. Lo que elimina a los intermediarios que se quedaban con buena parte de las ganancias por publicidad. Pero Brave Rewards también permite que sean los mismos usuarios quienes decidan cómo apoyar a su sitio web o celebridad. El «tipping» o «propinas» es otra de las herramientas que Brave Rewards permite usar.
De esta forma, básicamente, todos los usuarios de Brave hacen uso de la tecnología blockchain desde el momento en que abren el navegador. Esto es así porque cada navegador Brave genera una cartera de criptomonedas donde se puede almacenar BAT (Basic Attention Token).
El token BAT funciona sobre la blockchain de Ethereum y es la parte fundamental de Brave Rewards. Todo pago en el sistema se realiza usando este token y todo es una transacción blockchain, inmutable, segura pero; sobre todo, privada. El navegador, las interacciones con Brave Rewards, la publicidad vista, intereses, pagos, recibos, todo está tokenizado. Una tokenización que tiene como objetivo hacer del usuario alguien único en el mundo, pero sin datos que relacionen las identidades dentro de bases de datos de grandes empresas, susceptibles a ser robados o vendidos.
Brave, la clave del éxito y la expansión
El modelo presentado por el navegador Brave es disruptivo y revolucionario. Le dice a las empresas de publicidad on-line y a los medios que hay otra forma más sencilla de hacer las cosas. Y que pueden mejorar sus campañas y los ingresos provenientes de las mismas.
Piense por un momento: ¿Quiénes prestan realmente atención a la publicidad que se muestra en los sitios webs?. Muy pocos. Especialmente, porque mucha de esta publicidad ni siquiera se relaciona con el contenido que leemos o con nuestros intereses, o porque simplemente la bloqueamos. En este punto, Brave Rewards puede cambiar esto, al hacer que cada navegador tenga una marca única de intereses y que solo la publicidad que cumpla con ese criterio se muestre. Ciertamente, la estrategia podría terminar captando nuestra atención y hacer valer cada click que demos.
Según las últimas cifras del navegador Brave, los creadores de contenido Brave Verified han crecido significativamente, con casi 340,000 creadores en plataformas como YouTube, Twitter, Twitch, sitios web, Vimeo y GitHub. Los creadores verificados se han registrado para recibir los pagos con los token integrados de Brave. Un aumento significativo, frente a los 28.000 de principios de 2019.
¿Parecen pocos?. Quizá, pero algunos de estos sitios tienen un tráfico internacional tan grande, que el impacto es enorme. Especialmente si tenemos en cuenta que el navegador Brave cuenta con más de 10 millones de usuarios en todo el mundo.
Entre estos sitios webs destacan: Wikipedia, Aparat, The Guardian, The Washington Post, WikiHow, DuckDuckGo, Archive.org, Vimeo, Softonic, Gamepedia, Sourceforge, Khan Academy, CoinMarketCap, XDA-Developers, FreeCodeCamp o Los Angeles Times. A estos se pueden agregar distintos creadores de contenidos en Youtube, Twitch, Twitter, Vimeo y GitHub. La lista completa se puede ver aquí.
Por otra parte, el apoyo empresarial se sigue consolidando. Empresas como Uphold, eToro, MyCrypto, Consensys, BlockCard, TapNetwork o AirSwap apoyan el desarrollo de Brave Rewards y su token BAT. De hecho, Apple ha calificado a Brave como una de sus apps favoritas dentro de su tienda de aplicaciones.
Mientras tanto, BAT sigue consolidándose como uno de los grandes tokens del sistema cripto. Con una capitalización que supera los 346 millones de dólares y una estabilidad en precios, BAT tiene el perfil de token confiable. El éxito de Brave es evidente. Solo les queda seguir creciendo y evolucionando.
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