La introducción de IA en Linkedin permitirá tener amigos bot
La introducción de IA en Linkedin permitirá tener amigos bot

La introducción de IA en Linkedin permitirá tener amigos bot

La popular red social Linkedin empezará a generar conversaciones con IA. Su intención es provocar hilos de discusión entre sus usuarios a partir del uso de máquinas inteligentes. Claro está, no parece ser ajeno a tan inmediato proyecto el hecho de que Linkedin y OpenAI tengan el mismo propietario: Microsoft. Es decir, la reciente adquisición de OpenAI por parte de Microsoft ya busca sus primeros frutos en las “viejas empresas” de la compañía situada en Redmond.

IA Linkedin

Linkedin sigue así los pasos de Snap, que lanzó My AI, y Discord, que ha hecho lo propio con Clyde. Chatbots fundamentadas en ChatGPT. Otros, como la misma Facebook, ha prometido que lanzará pronto sus “personas IA” (“AI persons”).

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De momento, se desconoce cuáles son los criterios para seleccionar y actuar en esas conversaciones. En principio, se apunta a la selección de aquellos asuntos capaces de enganchar a los usuarios como objetivo de mayor interés para la compañía. Una actuación de una IA que se alimentará precisamente del comportamiento de los usuarios de esta red social de carácter profesional. Es decir, aprendiendo de lo que los usuarios de la red dicen, devolverá a la red social tales temas, convertidos ahora en estímulos iniciales. Pero lo más importante es que la IA de transforma en una especie de usuario más. En otro usuario.

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Ahora bien ¿puede convertirse en un usuario más, como los otros usuarios, más allá de sus competencias lingüísticas y capacidad para exponer los temas? En definitiva ¿puede un bot llegar a ser un usuario, como los demás usuarios? ¿No generará reacciones entre los propios usuarios, negándose a compartir sus contenidos y preocupaciones con máquinas? Si se mira bien, de hecho es lo que hacemos ya. Se comparte con máquinas que, a su vez, lo comparten con los usuarios que están conectados a nuestra red, a través de la máquina. Parece lo mismo; pero, inicialmente, no es lo mismo. Como no es lo mismo que nos conteste una máquina, a que nos conteste un humano, al otro lado del teléfono.

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En todo caso, lo que se abre aquí es la posibilidad de tener como “amigo”, en la red social, a un bot. Lo que hoy nos puede generar cierta sensación de extrañeza, de artificialidad; mañana puede sernos de lo más natural. Esa parece ser la intención de la compañía.

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Las funciones de la articulación entre red social e IA pueden ir más allá del mero hecho de tener la red en plena actividad constante. Algo que no es una cuestión menor, especialmente teniendo en cuenta el contexto de horas bajas en los que viven algunas de las redes sociales mayoritarias. La red social ha de ser estimulante. Para ello, nuevos estímulos, como los de la IA.

Agenda pública

Caben otras funciones. Entre ellas, introducir temas relevantes en la agenda pública. Algo que parecía reservado sólo a los medios de comunicación tradicionales. Estos medios decían lo que era importante y lo que no. En definitiva, de lo que supuestamente debían discutir los ciudadanos. Ahora, es una máquina, de manera manifiesta, o los intereses de los clientes-patrocinadores de la aplicación, de manera menos manifiesta, los que introduzcan tales temas.

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También tiene su proyección como instrumento de sondeo de la opinión pública. Se introducen asuntos para saber cuál es la respuesta de esta opinión pública, representada por los usuarios de la red social. A partir de estas respuestas pueden llevarse a cabo las métricas correspondientes sobre el estado de la opinión pública ante un tema concreto.

Ha de subrayarse que en las dos funciones señaladas el potencial de la IA parece un tanto amputado, si se reduce a mero suministrador de temas de discusión. Puede tomarse incluso como una especie de pantalla, ya que cabría que fuesen los temas que interesa introducir a los gestores de la red social o los clientes-patrocinadores que contraten sus servicios. De hecho, los post de la posthumana IA serán desarrollados con la ayuda del equipo editorial de Linkedin. Así, se presenta como una red social semiautomática.

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