¿Por qué la Nueva Economía Blockchain (NEB) podría ser la palanca para un nuevo Orden Financiero mundial?. Para empezar, es fundamental entender en qué consiste la Nueva Economía Blockchain (NEB)?. Se trata de una evolución de lo que se definió como nueva economía a finales de los años noventa del pasado siglo. Un término creado para describir la evolución de una economía basada principalmente en la producción industrial, a otra basada en el conocimiento. Gracias a internet y a la globalización económica.
La Nueva Economía Blockchain es la siguiente fase de la evolución del internet de la información. Una fase que denominamos «era de la descentralización», donde blockchain juega un papel decisivo. La descentralización impulsa el capitalismo, abriendo oportunidades de nuevos modelos de negocio y creando nuevas capas de producción, colaboración, trabajo y creación de valor, en general.
Principios de NEB
Para entender esta nueva economía, necesitamos conocer los principios y leyes en que está fundamentada. El principio de la abundancia sugiere que en una economía interconectada, cuantas más oportunidades se aprovechen, más rápido aparecerán oportunidades nuevas.
La ley de Moore establece que cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador, lo que afecta al equipamiento informático que se emplea en la minería blockhain. La ley de Metcalfe dice que a medida que el número de intervinientes de una red aumenta aritméticamente, el valor de ésta aumenta exponencialmente. Y, por último, la ley de rendimientos crecientes indica que el valor de una red se dispara a medida que aumenta el número de sus miembros.
En la Nueva Economía Blockchain se cumplen los principios descritos más arriba, pero también se incorporan otros nuevos. Como la descentralización, la confianza matemática, la criptografía, la protocolización y la tokenización. Nos detendremos en este último principio, ya que es la base del concepto NEB. La tokenización se basa en la funcionalidad que pueden llegar a adquirir los denominados tokens o fichas digitales programables.
Tokenización e internet del valor
La tokenización y la capacidad de innovación disruptiva de blockchain se basa en tres aspectos principales: la representación digital del valor, el control del token lo determinan las claves criptográficas y el registro de la propiedad del token radica en la cadena de bloques.
Mientras que internet supuso una transformación sin precedentes en el acceso e intercambio de información, la tecnología blockchain será igual de transformadora en el intercambio de activos. Conduciéndonos al denominado internet del valor. De la misma manera que en el internet de la información podemos acceder a páginas web de todo el mundo, en el internet del valor disponemos de una herramienta nueva para compartir y gestionar bienes y propiedades digitales. Todo ello, sin necesidad de depender de una entidad que centralice el proceso.
Si nos centramos en el actual contexto económico mundial, observamos que el proceso de desglobalización, con la pertinente aparición de políticas proteccionistas, como las practicadas por Trump, derivan en guerras comerciales.
Deuda global sin precedentes
Igualmente, las más que laxas políticas monetarias practicadas por los bancos centrales, con tipos de interés bajos, y el creciente endeudamiento global, son el caldo de cultivo ideal para llevarnos a la próxima recesión global. Dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB, si alguien no lo remedia.
Respecto al último aspecto indicado, el mundo económico está envuelto en una “deudoesfera”, que en 2016 ascendía a 164 billones de dólares, según el FMI. Una cifra equivalente al 225 por ciento del producto interior bruto (PIB) global. Hoy, estos números ascienden a 300 billones, con un PIB mundial de 80 billones de dólares.
El actual Orden Financiero mundial lo establece el dólar norteamericano, como divisa hegemónica. Estados Unidos controla el sistema financiero mundial desde agosto de 1971, que fue cuando Nixon acabó con el patrón oro. Así que podríamos decir que la supremacía del dólar elimina la soberanía económica de los diferentes estados que conforman el mundo.
Hegemonía del dólar
Obama lo demostró cuando expulsó a Irán del sistema SWIFT. Una potestad que sólo tiene Estados Unidos y que Trump ha recordado en el último foro de Davos, al congelar los activos de Irak en la Reserva Federal de New York. Unos activos que ascendían a 30.000 millones de dólares.
La falta de soberanía se constata y acentúa aún más cuando los países tienen que llevar a cabo cualquier tipo de acuerdo energético, ya que la energía se valora en dólares norteamericanos.
En resumen, en la actualidad, Estados Unidos sigue teniendo la capacidad de activar o desactivar cualquier economía a voluntad. Washington emplea el dólar y el sistema financiero internacional como un arma con la que aplicar sanciones contra otros países. Pero a largo plazo, dichas sanciones pueden poner en peligro la hegemonía del dólar estadounidense.
China y los CBDCs
Si echamos la vista atrás, utilizar una divisa como arma es un privilegio exclusivo del país dueño de la moneda de reserva mundial. Históricamente, siempre ha sido el que ha tenido la Marina más poderosa. Primero, fue Portugal. España, Francia y Reino Unido, fueron después. Y, finalmente, EE.UU.
Pero China se ha dado cuenta de que la próxima guerra no se librará con barcos, sino con las últimas tecnologías. Entre ellas: 5G, Inteligencia Artificial, grafeno o blockchain. Se trata de guerras cibernéticas. Por ello, Pekín quiere ganar la carrera de los CBDCs y adelantar a Europa, Japón y Estados Unidos. Lo haría con un renminbi digital, dispuesto a dar la batalla para poner fin a la hegemonía del dólar y a su estatus de divisa de reserva mundial, apoyada parcialmente en el oro.
En esta guerra, ya desatada, Estados Unidos dispone actualmente de una economía fíat financiarizada y dependiente de Wall Street. Sin duda, podemos arriesgarnos a decir que la propia economía norteamericana es su mercado bursátil, con empresas como General Electric o Boeing.
Bitcoin y los bancos centrales
Los nombres de todas estas compañías, que antes representaban la excelencia productiva porque daban trabajo a miles de personas, en los últimos años han despedido a miles de ellas. Ahora sólo son un instrumento financiero en beneficio de sus directivos. Estados Unidos no sólo ha dilapidado gran parte de su capacidad de fabricación y de innovación, también ha descuidado gravemente a sus jóvenes.
Según datos de NBC News, la deuda de los préstamos estudiantiles supera ya los 1,6 billones de dólares, siendo muy pocos los que pueden saldar su deuda. Es decir, que, desde la crisis financiera de 2008, las deudas asociadas a los préstamos estudiantiles en EE.UU. se han triplicado. Cifras de Moodys indican que sólo está pagándose el 3 por ciento de la citada deuda estudiantil.
Sin duda, en esta contienda financiera mundial entrará en juego bitcoin y los bancos centrales, que invertirán en él y lo convertirán en una de las divisas de reserva mundial. Entonces, bitcoin pasará a formar parte del sistema. Y ya sabemos que no se puede sancionar a un país cuando este puede cambiar su moneda por bitcoins, porque será inconfiscable.
Internet de la información
Los pilares del internet de la información eran los protocolos, que son los softwares informáticos para que una red de ordenadores pueda comunicarse entre sí. Por ejemplo: TCP/IP, HTTP, SMTP. En el internet del valor, inmersos en la Nueva Economía Blockchain, serán los diferentes protocolos de la tecnología blockchain los que se establezcan como principal infraestructura.
En el internet de la información, los inversores destinaron más fondos a la capa de aplicaciones que en el protocolo. Fíjese en su smart phone. Ahí es donde se concentra el valor. En el internet del valor, el protagonismo reside en las funcionalidades que prestan los smart contracts y otras dApps, porque es en los protocolos donde reside el principal valor. En este sentido, el protocolo de Bitcoin es el padre de los protocolos de criptomonedas posteriores (software de código abierto).
Para finalizar, imagínese que en el año 1995 usted hubiera podido invertir en el concepto del correo electrónico, sabiendo lo que sabe ahora usted de esta tecnología. A día de hoy, Bitcoin, gracias a la tokenización, nos ofrece a todos la oportunidad de ser dueños de parte del protocolo.
“La Nueva Economía. Blockchain y Criptomonedas en 100 preguntas”
Fue en 2014 cuando me adentré, con mucho interés, en el ámbito de los criptoactivos, donde inicié mis investigaciones, experimentaciones y proyectos con Bitcoin y su tecnología. Desde una aplicación de análisis técnico sobre la principal criptomoneda, a una dApp para mejorar la trazabilidad del aceite de oliva virgen extra.
He llevado a cabo una tesis doctoral relacionada con la valoración financiera de los activos intangibles. Y como profesor de Finanzas en la Universidad de Sevilla, me parecían fascinantes las posibilidades que ofrecía la tecnología que da valor intrínseco a bitcoin y la cadena de bloques.
Toda esta experiencia generada durante años, la he concretado en mi última obra “La Nueva Economía. Blockchain y Criptomonedas en 100 preguntas”. En este libro, de carácter divulgativo, explico la Nueva Economía basada en Blockchain y sus criptomonedas y su vinculación con la denominada Cuarta Revolución Industrial.
Cuarta Revolución Industrial
En este sentido, el libro también trata las tecnologías convergentes con el IoT, la Inteligencia Arrtificial, la Ciberseguridad y el Big Data. Todas ellas, propias de la Cuarta Revolución Industrial. Así, el libro incide en los efectos de las tecnologías que conforman la Cuarta Revolución Industrial para la economía actual y cómo están desarrollándose las nuevas finanzas basadas en la criptografía, la teoría de juegos, la tecnología de contabilidad distribuida y el software de código abierto.
*Ismael Santiago, profesor de finanzas en Universidad de Sevilla y CEO de Olivacoin
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