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¿Qué es Defi? Todo lo que debe saber para invertir bien su dinero

Uno de los asuntos más candentes para la industria financiera tradicional y el criptomundo son las DeFi (Finanzas Descentralizadas). Todo el mundo habla de cómo las plataformas que integran este movimiento están transformando las finanzas y la criptoeconomía, revalorizándose día a día. Incluso, alguna de ellas, amenaza con dejar atrás, en niveles de valor y capitalización de mercado, a gigantes como Ethererum y Bitcoin.

Sin embargo, en medio del torbellino de noticias sobre DeFi, siempre es bueno ver las cosas en su justa medida. Especialmente, cuando se habla de dinero y mercados tan volátiles. Como el título del famoso western del director italiano Sergio Leone: “El bueno, el malo y el feo”, las DeFi también tienen su lado bueno, malo y feo.

Por ello, vamos a centrar este artículo en responder preguntas que todos nos hemos realizado alguna vez. Es importante tener en cuenta que si bien las DeFi pueden resultar maravillosas en muchos aspectos, también tienen sus sombras. Los matices son importantes para evitar caer en inversiones de las que luego podamos arrepentirnos

¿Qué es DeFi?

Solemos escuchar que las DeFi son totalmente descentralizadas, pero esto no es del todo verdad.

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Las plataformas DeFi son tan descentralizadas como sus creadores hayan decidido que sean. Existen muchos protocolos o plataformas DeFi con un alto nivel de descentralización, como es el caso de DAI, la criptomoneda vinculada al dólar, creada con esa intención desde sus inicios. O el del exchange Uniswap, aunque recientemente, tal y como informó nuestro periódico digital Observatorio Blockchain, perdió su carácter descentralizado con el lanzamiento de UNI, su token de gobernanza. El proyecto 0x para la creación de exchanges descentralizados, Ren VM, un protocolo para la interoperabilidad entre las blockchains de Bitcoin; o Kyber, una casa de cambio descentralizada.

Sin embargo, plataformas como Compound, Yearn Finance, Balancer o SushiSwap presentan una descentralización intermedia. El código fuente de su aplicación es visible, pero no se puede participar directamente en su mejora. Además, algunos puntos de control críticos están bajo su control.

Por ejemplo, Compound o Yearn Finance tienen un férreo control sobre el software que hace posible su funcionamiento. De hecho, Yearn Finance es controlado única y exclusivamente por su creador, Andre Cronje. En el ámbito de los desarrolladores de software, lo que hace Cronje en Yearn Finance se le denomina BDFL (Benevolent Dictator For Life – Benevolente Dictador para toda la vida).

Cómo se esfuman millones de dólares

La justificación de que actúan así en aras de una mejor calidad del código no es cierta. En Bitcoin, Ethereum y hasta en el kernel Linux cualquiera puede enviar código para su revisión y ser incluido si soluciona un problema. De hecho, el kernel Linux mantiene a más del 90 por ciento de los servidores del mundo en funcionamiento, así que es una pieza crítica de funcionamiento, mucho más de lo que puede soñar hoy un protocolo DeFi.

Esto nos lleva a otro paradigmático caso: el de SushiSwap. Recientemente, este proyecto dio origen a toda una novela el criptomundo. Su creador, Chef Nomi, quiso hacer un “exit” y dejar el proyecto en manos de un tercero. Lo llevó a cabo y se llevó consigo 14 millones de dólares en ETH. ¿La razón? “Por haber realizado un excelente trabajo creando el protocolo SushiSwap”.

Su argumento no es válido, ya que SushiSwap era un «copia y pega» de Uniswap, con algunas mejoras (un token de gobernanza) y poco más. No obstante, la historia tuvo un final feliz. Chef Nomi devolvió el dinero y pidió perdón. Sin embargo, el relato deja un sabor amargo para las DeFi: descentralización contiene más trampas que la letra pequeña de un contrato.

Una plataforma DeFi será tan descentralizada como su programación, organización, gobernanza y acceso al código lo permita. Si estos factores no se cumplen, no se puede hablar de descentralización y muchos protocolos DeFi fallan en ese aspecto. Por ello, tal vez ha llegado el momento de empezar a crear una especie de licencia DeFi, similar a la GPL o BSD del mundo del software libre.

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Diferencia entre DeFi y criptomonedas

Muchos usuarios de las DeFi se preguntan si las finanzas descentralizadas son tan seguras como las criptomonedas. La respuesta es: No. No son tan seguras como las criptomonedas.

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En primer lugar, una plataforma DeFi depende de una programación que va unida a un smart contract o contrato inteligente. Dicha programación puede ser más o menos compleja, dependiendo de las funciones de la plataforma y de las habilidades del programador. Este es el primer fallo: la complejidad. Un smart contract complejo es mucho más difícil de auditar. Esta situación conduce a que, pese a que no se vean problemas, pueda fallar bajo ciertas circunstancias. Si alguien detecta el fallo, éste puede ser explotado. Algo que está sucediendo a menudo. Por ejemplo, bZx fue hackeado recientemente y perdieron más de 8 millones de dólares de sus proveedores de liquidez. Otro ataque de un usuario de Soft Yearn logró transformar 200 dólares en 250.000 dólares por un fallo en el smart contract.

El poder de los smart contracts

Las DeFi están construidas para confiar nuestro dinero en un smart contract. Es decir, inviertes dinero en el mismo y este bloquea el saldo. El smart contract es quien controla el dinero y un hackeo significa la posibilidad de perder el dinero. En el caso de bZx, los daños fueron grandes. Muchas personas perdieron todo su dinero y la plataforma, que hace menos de un año estaba considerada como una de las grandes DeFi, ahora está casi muerta. El software de bZx ha sido auditado en tres ocasiones, pero sigue teniendo fallos. Esto significa que, incluso, un software auditado no es seguro.

Por el contrario, con criptomonedas directas, como puede  Bitcoin o Ethereum, es difícil que se den situaciones como la descrita más arriba. Si las criptomonedas se guardan en lugar seguro (una paper wallet, un monedero hardware o en un ordenador sin internet en casa) nadie podrá sacar el dinero de allí.

La sombra de las estafas

Muchas personas recién llegadas al criptomundo se sorprenden al ver las enorme ganancias que las DeFi pueden  ofrecer. A muchos les asalta la pregunta de si todo esto podría ser una estafa. La pregunta no deja de ser pertinente, ante ganancias de más del 15 por ciento solo por ahorrar. Unas cifras que ninguna entidad bancaria tradicional está en condiciones de ofrecer.

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A la pregunta de si las Defi son una estafa. Todo depende del proyecto, de su background, su historia técnica, comunidad y la confianza que genera. Todo esto solo puede saberse investigando el proyecto. Pero investigar no significa ir a ver al youtuber más desconocido del mundo y escucharle decir mil maravillas del proyecto. Suele ser común ver como ciertas figuras desconocidas nos hablan de cómo se ha hecho rico en 5 minutos, o de cómo cualquiera puede hacerlo invirtiendo solo 50 euros, que fue lo que él dice haber invertido en la plataforma. Una investigación de un proyecto requiere leer con detenimiento su documento técnico. Pero también, revisar su comunidad en las redes, intercambiar impresiones con otras personas y preguntar a personalidades reconocidas del ecosistema. Un proceso tedioso sí, pero que te ahorrará muchos problemas y dolores de cabeza en el futuro.

Proyectos meme millonarios

Vamos a poner un ejemplo, ¿Quiénes investigaron sobre HOTDOG o KIMCHI antes de invertir en ellos? Ambos proyectos son “tokens meme”. Tokens creados a modo de broma, que lograron recaudar casi 90 millones entre ambos, para luego caer a la nada y provocar pérdidas de dinero para todos sus inversores. Estos proyectos llegaron a esos niveles ofreciendo hasta 4 millones por ciento de ganancia. Muchas personas se dejan llevar por el miedo a no ser el primero o FOMO (temor a perderse algo)

Si un proyecto ofrece 1 millón por ciento de interés al año es más que sospechoso. De hecho, niveles de más de 500 % ya son toda una locura, porque si bien hay proyectos que han pasado ese nivel de ganancias en poco tiempo, detrás de ello se esconde un gran riesgo a perderlo todo.

Por ello, antes de invertir en DeFi hay que tener claro dos cosas: ningún proyecto te hará rico en una semana y las altas tasas de interés son un anzuelo.

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Boom DeFi ¿Bueno o malo?

Para los que se preguntan si la orgía de las DeFi puede terminar como el boom de las ICO, las DeFi parecen más comedidas. Al menos, en cuanto a opciones y proyectos. El boom de las ICO, sustentando con toneladas de marketing, llevó a pensar a la gente que todo lo que no tenía arreglo en el mundo, se podía arreglar con blockchain. Las palabras mágicas eran blockchain, token y revolución. El resultado fueron proyectos imposibles, ideas faraónicas que carecían de sentido alguno y que nacieron muertas. De hecho, algunas ni siquiera llegaron a nacer. Eran estafas.

Con las DeFi todo es más comedido. Aparecen proyectos nuevos cada día. Sin embargo, muy pocos consigue grandes niveles de inversión. Lo mejor de las DeFi es que están demostrando que blockchain puede hacer del mundo financiero un espacio diferente. Un espacio sin fronteras, más justo y abierto para todos. No importa donde vivas. Puedes residir en Estados Unidos, China, España o Venezuela y si quieres invertir en DeFi puedes hacerlo. Solo necesitas unas pocas criptomonedas. De hecho, se puede elegir entre una KYC (anti- lavado de dinero) o una plataforma privada y anónima.

Satoshi Nakamoto, probablemente vislumbró las DeFi al crear Bitcoin. Un nuevo escenario donde el dinero es de uno y existe la libertad de hacer con él lo que se quiera. DeFi va mucho más allá de esto. Bitcoin es la primer DeFi de la historia, aunque sus funciones sean limitadas con respecto a las plataformas de las que hablamos en este artículo. Pese a ello, la revolución que Bitcoin empezó hace 11 años, continúa, demostrándonos que el mundo ya no es el  mismo y que nunca más lo será.

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