La caída de Wirecard afecta al universo de las criptomonedas
Wirecard y las tarjetas de criptomonedas

Miles de usuarios de criptomonedas, afectados por la caída de la fintech Wirecard

El eco de la caída de la fintech alemana Wirecard han llegado hasta los usuarios de tarjetas de criptomonedas. La compañía, hasta hace poco líder en entrega de tarjetas de débito para usuarios de criptomonedas, se enfrenta a un agujero fiscal de 4.000 millones de dólares. Nadie sabe dónde está un dinero, cuya desaparición ha afectado a compañías como Payoneer, Crypto.com, TenX y Wirex.

Esto se debe a que la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido ha suspendido la licencia para realizar actividades reguladas a Wirecard Card Solutions (WCS), la empresa subsidiaria responsable de la emisión de tarjetas de débito de criptomonedas Visa para Crypto.com y TenX. En su escrito, la FCA indica que WCS debe establecer una declaración en su sitio web y comunicar a los clientes que ya no está permitido realizar actividades reguladas.

Con esta medida, la FCA advierte que no se puede acceder al dinero de los clientes. Sin embargo, a la hora de escribir esta información, la página web de la compañía sigue funcionando con normalidad. La empresa matriz, Wirecard AG con sede en Alemania, «actualmente es objeto de interés policial y procedimientos de insolvencia», indica el comunicado de FCA.

Fondos no protegidos

La Autoridad de Conducta Financiera deja claro que los fondos de los usuarios no están protegidos por el Esquema de compensación de servicios financieros (FSCS).  «El FSCS solo se aplica a ciertos tipos de actividades que no incluyen la emisión de dinero electrónico o servicios de pago».

Se trata de un desastre colosal que algunos han denominado como «la prueba de fuego de las fintech». La caída de una empresa en la que millones de usuarios y empresas habían depositado su confianza a raíz de la desaparición de  4.000 millones de dólares, ha supuesto un varapalo para todos los afectados y para la economía, en general.

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Empresas, como Payoneer, han bloqueado sus tarjetas tras la declaración de Wirecard en bancarrota. El gobierno alemán y la Unión Europea han solicitado una investigación completa de los hechos. Se trata del mayor fiasco empresarial alemán de los últimos 10 años. Un hecho que subraya la necesidad urgente de tomar en serio la creación de un marco regulatorio para este tipo de empresas y los servicios que prestan.

Competidor de PayPal

Desde su nacimiento en 1999, la fintech Wirecard AG ha desempeñado un papel importante en el mundo de las finanzas digitales. El servicio de pago a través de internet de Wirecard competía con PayPal y Western Union. Desde su creación, la empresa dispuso de licencias y permisos para operar como un banco alemán. De hecho, además de ser un miembro destacado (Principal Member) de Visa, MasterCard, JCB2​, cotiza en la Bolsa de Fráncfort. Wirecard era una saludable empresa con una historia tan solida como la de PayPal.

En 2009, la irrupción de las criptomonedas impulsó al sector a hacer frente a una nueva amenaza. Algunas empresas, como es el caso de PayPal, pasaron de largo. Pero Wirecard vio una oportunidad de negocio en las criptomonedas. Utilizando su ya activo sistema de tarjetas prepagadas, Wirecard activó este servicio para las empresas y usuarios de criptomonedas. El negocio estaba servido. Usando su posición privilegiada de acceso a MasterCard y Visa, Wirecard creó un puente entre las criptomonedas y el mundo fiat. Un puente que supuso un enorme crecimiento para Wirecard en los últimos 6 años.

Sin embargo, la historia empezó a ponerse gris cuando empezaron a surgir dudas sobre el funcionamiento de Wirecard.

Primeras señales de alerta

Wirecard buscaba destacar en un mundo dominado por gigantes. Para ello, sus directivos no dudaron en utilizar estrategias de negocio fuera de lo normal, Incluso, poco legales. La primera voz de alerta la dio The Financial Times en 2021. El diario criticó su «agresivo modelo de negocio». Sobre todo, la manera de llevar sus cuentas. Sin embargo, pese a manejar cientos de millones, las advertencias de FT cayeron en el olvido.

Sin embargo, las cuentas de Wirecard volvieron a estar en entredicho cuando un informante anónimo, llamado Zatarra, develaba prácticas «inmundas» por parte de Wirecard en el manejo de balances. El informe fue un poco más allá y también destapó tramas de corrupción y blanqueo de capitales.

Más tarde, en 2017, Manager Magazine, una revista alemana escribió lo siguiente:

«Pensamos que Wirecard funcionaba como un túnel, donde el dinero que entra sale; salvo unas ganancias, pero nuestra investigación encontró algo mucho más siniestro»

Quizá, la investigación de Manager Magazine sea uno de los trabajos periodísticos más completos sobre la empresa y su modelo de negocio. Pero también es la muestra de que algo muy grave pasaba en las entrañas de Wirecard. Algo de lo que su CEO, Markus Braun, tenía plena conciencia y conocimiento. De hecho, ese mismo año, Markus Braun solicitó un préstamo de 150 millones de euros garantizados, en gran parte, con sus acciones en Wirecard.

Ernst&Young entra en escena

La firma Ernst&Young reconoce durante una auditoria a la compañía en 2017 ciertas irregularidades contables. Financial Time siguió la pista a dichas irregularidades y tras dos años de trabajo concluyó que Wirecard tenía una negocio completamente tercerizado. Hasta el punto, que una cabaña de un pescador en Singapore era una filial de la empresa en ese país. Comenzaron las banderas rojas para Wirecard.

Lo que todos temían, sucedió el 28 de abril de 2020. KMPG ofrece su veredicto sobre la primera parte de la auditoria de Wirecard y afirma que no puede verificar que la compañía sea solvente, además de reconocer que se ha encontrado con muchos obstáculos para realizar su trabajo.

Más tarde, los bancos BPI y BDO de Filipinas, los bancos donde se supone Wirecard tenía 1.900 millones de dólares, indican que los documentos mostrados por Wirecard son espurios. Por su parte, EY indica que existen más irregularidades. El monto de desbalance crece hasta las 4.000 millones de dólares. Ciertamente, lo que Manager Magazine denunció en 2017 era verdad. Wirecard era un túnel donde entraba el dinero pero nadie sabe dónde iba a parar.

La quiebra de Wirecard ha afectado a varias empresas vinculas con criptomonedas. Payoneer se enfrenta ahora al bloqueo unilateral de sus tarjetas, debido a una investigación internacional. Tanto Alemania, como la Unión Europea y Reino Unido están investigando en la actualidad los hechos. Así que mientras duren las investigaciones, Payoneer retendrá los saldos de dichas tarjetas.

La situación se repite en Tenx, Wirex, Crypto.com y CryptoPay. Todos han tomado medidas parecidas: congelar las  tarjetas y resguardar los fondos de sus usuarios.

Lecciones para aprender

Lo sucedido con Wirecard hubiera tenido un final menos desastroso si el sector estuviera más controlado y con regulaciones bien claras. BaFin, el observador bancario alemán, no tenía una vigilancia continua sobre Wirecard, lo que dio alas a Wirecard para actuar como lo hizo.

Por supuesto, la falta de ética en Wirecard y de su CEO también jugó un papel fundamental, pero con señales que datan de 2017, el problema podría haberse evitado antes. Las fintech son un sector poderoso, pero es importante que estén bien reguladas.

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