El uso de la tecnología blockchain en la gestión del agua puede ser el siguiente gran avance tecnológico en este sector. La tecnología siempre ha sido un gran aliado con el fin de mejorar la calidad de los servicios públicos, gracias a que permite el uso de potentes herramientas para promover la eficiencia operacional en distintos ámbitos. En especial con el fin de preservar los activos gestionados, mejorar su distribución y la calidad. Entre estas tecnologías, se encuentran el Internet de las cosas (IoT), el análisis de datos, la computación en la nube, la inteligencia artificial, la realidad aumentada y blockchain.
En el sector del agua, el uso de estas herramientas pueden significar un enorme avance para facilitar su gestión. De hecho, es algo que los expertos prevén como la siguiente evolución de los servicios públicos, al facilitar la planificación de los mantenimientos, mejoras y ampliaciones de los recursos gestionados.
El uso de IoT y el análisis de datos puede ayudar a mejorar los sistemas de recolección, tratamiento y distribución de agua, al poder integrarse para ofrecer un mejor feedback en el manejo del recurso hídrico. Por otra parte, el uso de inteligencia artificial y realidad aumentada pueden ayudar en la creación de sistemas para detectar anomalías en tiempo real. Adelantándose así a sucesos que pudieran suponer una degradación de los servicios prestados a la población. La aplicación de las tecnologías digitales también juegan un papel muy importante en la detección de fugas y en la gestión de la calidad del agua y evaluación de activos.
En todo este entramado de tecnologías, la cadena de bloques plantea un uso muy interesante en la creación de una infraestructura integradora de la tecnología que se encuentra detrás del control de los servicios. Potenciando su capacidad para que pueda ser compartida, almacenada, gestionada y auditada con total seguridad. Con estas innovaciones, los prestadores de este servicio pueden hacer frente a la barrera que frena la adopción de tecnologías digitales en el agua.
Además, la implementación de la blockchain puede aumentar la confianza. Esto es posible porque facilita la creación de cadenas de suministro transparentes, el comercio de derechos de agua en los mercados, e incluso, para abordar el problema de la sequía. Otros casos de uso más avanzados incluyen la ciberseguridad y los contratos inteligentes.
Asimismo, la tokenización del agua podría ser el siguiente paso natural. Los tokens pueden representar los metros cúbicos del recurso, que pueden negociarse en tiempo real en un contexto neutral. La tokenización del agua también permitiría el pago directo por el uso del recurso, lo que permitiría la recaudación en tiempo real y por el uso exacto del agua consumido. Todas estas cuestiones permitirán que el sistema económico que sustentan los servicios del agua puedan ser más ágiles y eficientes. Los sistemas de monitorización existentes o los que siguen las tendencias IoT facilitarán esta aplicación.
Finalmente, la trazabilidad del recurso y de los usos del mismo juegan un papel fundamental en la Planificación Hidrológica. Blockchain también permite certificar de manera transparente y segura el origen del agua y la idoneidad de su uso. Asimismo, la cadena de bloques permite probar su validez respecto a lo estipulado en la planificación y, si es el caso, la legalidad del mismo en relación con el volumen autorizado.
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Muy buen post, muy recomendable! Saludos.