La compañía propietaria de la criptomoneda SafeMoon, se ha declarado en bancarrota y se ha acogido al Capítulo 7 de la Ley de las leyes de bancarrota de Estados Unidos. La declaración se produce un mes y medio después de que la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC) acusara a la compañía y a su equipo ejecutivo de fraude y oferta no registrada de criptovalores.
SafeMoon bancarrota
La criptomoneda SafeMoon, lanzada en 2021, en pleno fulgor criptográfico, fue creada como protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi) en la blockchain de Binance, la BNB Chain, por Kyle Nagy. Según la denuncia de la SEC, los demandados, además de Nagy, incluyen el director ejecutivo de la empresas, John Karony, y el director de tecnología, Thomas Smith. El regulador estadounidense indica que los demandados prometieron llevar el precio del token «Safely to the moon», pero en lugar de generar ganancias, borraron miles de millones en capitalización de mercado, retiraron criptoactivos por valor de más de $200 millones del proyecto y fondos de inversionistas malversados para uso personal.
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«Las finanzas descentralizadas pretenden ofrecer transparencia y resultados predecibles, pero las ofertas no registradas carecen de la divulgación y la responsabilidad que exige la ley, y atraen a estafadores como Kyle Nagy, que utilizan estas vulnerabilidades para enriquecerse a expensas de otros», dijo David Hirsch. Jefe de la Unidad Cibernética y Criptoactivos (CACU) de la División de Cumplimiento de la SEC.
Comprar coches McClaren
La SEC acusó a los demandados de malversar millones de dólares comprar coches McClaren, viajes extravagantes, casas de lujo y otras cosas. Según la denuncia del regulador, al comercializar el token SafeMoon, Nagy aseguró a los inversores que los fondos estaban bloqueados de forma segura y nadie, incluidos los demandados, podían retirarlos.
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La denuncia de la SEC alega que el precio de SafeMoon se disparó en más de un 55.000 por ciento del 12 de marzo al 20 de abril de 2021, y alcanzó una capitalización de mercado superior a los 5.700 millones de dólares antes de que su precio se desplomara casi un 50 por ciento cuando el público se enteró, el 20 de abril de 2021, que el fondo de liquidez de SafeMoon no estaba bloqueado como se afirma.
Después de esta caída, la SEC alega que Karony y Smith, supuestamente, utilizaron activos malversados para realizar grandes compras de SafeMoon para apuntalar su precio y manipular el mercado. Karony también, supuestamente, usó una cuenta que abrió en una plataforma comercial para comprar y vender SafeMoon para crear la impresión de actividad del mercado, una práctica conocida como negociación de lavado.
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