Paradoja de las stablecoins: las criptomonedas necesitan volatilidad para sobrevivir

La inestabilidad provocada por la fuerte volatilidad de las criptomonedas como bitcoin o ethereum fomentó la creación de las stablecoins. Sin embargo, ahora, los gobiernos de casi todo el mundo están aprobando regulaciones con el objetivo de frenar el desarrollo de estas monedas. La amenaza que suponen para el sistema financiero, la preocupación por perder la soberanía monetaria y la intención de los estados de lanzar su propia CBDC son tres de las principales causas.

El Gobierno Federal de Estados Unidos ha sido el último en introducir en el Congreso un marco legal para tener la capacidad de prohibir las stablecoins en el futuro. Esto sirve para plantear una pregunta. ¿Y si la única vía de supervivencia de las criptomonedas es precisamente su volatilidad, ante las resistencias estatales a las stablecoins?

Criptomonedas, volatilidad y stablecoins

Cuando se habla de criptomonedas, las manifiestaciones de los distintos representantes de los estados normalmente apuntan a su gran volatilidad como principal barrera para su adopción y regulación. Los estados señalan que es necesario proteger a los consumidores de riesgos excesivos, ya que no son un buen depósito de valor. Quizás no les falte razón, sin embargo, todos los intentos de desarrollar monedas sin volatilidad se han visto frenados por las autoridades.

Contrasta una extraña oposición regulativa. Por un lado, las regulaciones en torno a las criptomonedas como bitcoin o ethereum giran en torno a la lucha contra la financiación de actividades ilícitas y el terrorismo, y para que no sean utilizadas como canal para el lavado de dinero. Es decir, están argumentadas sobre tales focos de acción estatal. Sin embargo, las últimas regulaciones en torno a las monedas estables sugieren su total prohibición.

Los reguladores de Estados Unidos decidirán hoy acerca de las stablecoins

Las monedas estables es un tipo de criptomoneda también privada, sin intermediarios y basada en la tecnología blockhain; pero que, a diferencia de las criptomonedas como bitcoin o ethereum, su valor está asociado a otro valor externo o controlado por algoritmos con el fin de mantener su precio estable. Esta estabilidad en los precios las convierte en competidoras directas de las monedas fiduciarias emitidas por los Bancos Centrales, lo que ha encendido todas las alarmas regulatorias para frenar su desarrollo.

El ejemplo de Estados Unidos

El último ejemplo de todo esto ha sido el marco regulatorio introducido en el Congreso de Estados Unidos para regular las criptomonedas. Un marco que otorga al Gobierno Federal la capacidad de prohibir las monedas estables. Sin embargo, en lo referente al resto de criptomonedas, lo único que introduce es la formalización de los requisitos regulatorios para este tipo de activos digitales. Es decir, las agrega dentro de la definición legal de instrumentos monetarios, con la intención de que cumplan con las leyes de lavado de dinero, mantenimiento de registros y presentación de informes. En cambio, ni mucho menos otorga la capacidad de prohibirlas en el futuro, como sí ha hecho con las monedas estables.

Las preguntas clave del euro digital a pocos días de iniciar su camino

Facebook, el precursor y el percusor

La barreras legales que los estados han ido poniendo sobre estas monedas han tenido un fiel reflejo en la evolución de la moneda estable de Facebook. En 2019, Facebook ,junto con otras grandes multinacionales del ámbito financiero y la industria de pagos, anunciaron el proyecto Libra. Un plan con la intención de crear una moneda estable que compitiese directamente con el dinero emitido por los bancos centrales. Sin embargo, las grandes expectativas de este proyecto pronto se vieron frenadas en seco por las grandes barreras regulatorias ante el temor de los estados de ser sustituidos en su monopolio de emisión de dinero.

CBDC: el dinero digital de los Estados que trajo la criptomoneda de Facebook

Tras el anuncio del proyecto, el presidente de la Junta de Estabilidad Financiera no tardó en enviar una carta a los ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países del G20 alertando de la amenaza que representaban las stablecoins para el sistema financiero mundial. Casi al mismo tiempo, Paypal, Visa, Mastercard, Stripe y eBay abandonaban el proyecto. La acción de Facebook desencadenó una respuesta regulatoria en cadena, repercutiendo en respuestas de defensa por parte de los estados.

Cambio de rumbo

Según un informe emitido en ese momento por el Deutsche Bank, la criptomoneda de Facebook desafiaba a muchos de los actores establecidos en el sistema financiero. Incluidos los bancos centrales, las instituciones de crédito y los proveedores de pagos. Además, el informe destacaba el potencial que esta moneda podía tener en limitar el poder monetario de los bancos centrales.

Facebook ofrece a EE.UU. poner su criptomoneda al servicio del dólar digital

A partir de las sugerencias de los reguladores, el proyecto cambió de rumbo y de nombre. La moneda pasó a ser conocida como Diem y trasladó su centro de operaciones de Suiza a Estados Unidos. Con este cambio, no sólo se rebajaron sus expectativas de ser una moneda global, sino que pasó a estar al servicio de los Estados Unidos. Tanto es así que, hace apenas un mes, Christian Catalini, co-creador de Diem, indicó que quiere poner el proyecto al servicio del dólar digital. Los planes de la Asociación Diem pasan ahora por eliminar gradualmente su moneda cuando la Reserva Federal de Estados Unidos emita una CBDC para el dólar.

Otras monedas estables

A pesar de que las amenazas regulatorias han conseguido reconducir la criptomoneda de Facebook, existen otras stablecoins cuya sombra acecha a la soberanía monetaria de los estados. La principal actualmente es Tether (USDC). Se trata de una moneda estable vinculada con el dólar estadounidense cuya capitalización al cierre de esta edición asciende a $64.534.124.772.

El BIS apoya las CBDC para evitar que las “Big Tech” dominen el dinero digital

Tether, creada en 2015 con el objetivo de convertir las monedas tradicionales en activos digitales, no ha estado libre de polémica. Actualmente, el Departamento de Justicia de Estados Unidos está investigando si los ejecutivos que se encuentran detrás de la stablecoin cometieron fraude bancario durante las etapas iniciales del negocio. Asimismo, en febrero de este año, la Fiscalía de Nueva York prohibió su uso y comercio en dicho estado.

El nuevo jefe del regulador OCC tacha de “problema urgente Diem de Facebook”

Por otro lado, nos encontramos a la stablecoin DAI. Un token ERC-20 cuyo valor está también anclado al dólar. DAI fue diseñada por MakerDAO y se trata de la primera stablecoin descentralizada. Es decir, a pesar de que su valor siempre es igual que el del dólar, la estabilidad de precios se mantiene a través de un sistema de contratos inteligentes haciéndola totalmente independiente de cualquier tercero.

Estados Unidos investiga si Tether cometió fraude bancario

Los mismos obstáculos

Distintos proyectos que, intentando superar el obstáculo de la volatilidad, se han encontrado con el portazo de los distintos estados, al sentirse amenazadas. Con ello, parece haberse caído el argumento de que los estados se oponían al uso de las criptomonedas para proteger a sus ciudadanos de sus riesgos, expresados especialmente en forma de volatilidad. Lo que protegen los estados es su soberanía, por lo que la fuerte y extensiva regulación contra las stablecoins nos sumerge en una paradoja: lo que protege a las criptomonedas de la celosa respuesta de los estados es precisamente su volatilidad.

También puedes seguirnos en nuestros canales de Telegram y Twitter

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Guillermo Callejo
Comparte esto:
Esta web utiliza cookies. Puedes ver aquí la Política de Cookies. Si continuas navegando estás aceptándola   
Privacidad