negocio metaverso facebook
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Facebook señala el metaverso como el próximo gran negocio global

Érase una vez, no hace mucho tiempo, Zuckerberg se metió al metaverso y le encantó, salió maravillado. Vio ahí el gran negocio del futuro y, sobre todo, del presente. Cuando más lo necesitaba, en unos momentos en que la imagen corporativa de Facebook pasaba por sus peores pasajes, acusada por antiguos empleados de estrategias de generación de adicción. Simultáneamente, los jóvenes se iban alejando de Facebook, Instagram, WhatsApp. Lo que no está claro es si, a partir del schock recibido, decidió adoptar o destruir el metaverso. En cualquier caso, lo que sí parece es que, de manera directa o indirecta, Facebook está haciendo un homenaje al metaverso.

Facebook y el negocio del metaverso

Para entrar en el metaverso, creó un avatar que, con su poderío técnico, era igualito que él: tez blanquecina, pelo corto con ciertos toques pelirrojos. Se llama Zuck. Ahora este avatar se ha salido del metaverso para rescatar, como todo un héroe, a Facebook utilizando como referencia el nuevo mundo que ha conocido, el del metaverso. Pero la hibridación entre Zuckerberg y Zuck genera grandes dudas sobre si lo que está proponiendo tiene algo que ver con el metaverso que conocemos, con los metaversos cripto.

Facebook se llama Meta y aspira a ser el dueño del mundo a través del metaverso

La mayor parte de los expertos ya se han pronunciado y se temen lo peor. Es más, llegan a decir que no tiene nada que ver, que realmente no es un metaverso sino una realidad virtual bajo su autoridad y mando. Un metaverso de mentira, que sólo tiene el nombre del metaverso. Una versión centralizada del metaverso, reducido a ser una realidad virtual en manos del imperio Zuck-Zuckerberg. Una realidad virtual en la que consumir, teletrabajar, donde las marcas podrán vender y los niños aprender, todos tras pagar su comisión al imperio MetaZuckVerso y, por supuesto, seguir trabajando para él, como se ha venido trabajando para Facebook con los registros de nuestros movimientos y conversaciones en la red social. Es tal su ambición que, hay que admitirlo, la denominación que se le ha dado, Meta, no engaña a nadie. Es el Metametaverso, la centralización de lo anteriormente descentralizado, en manos de Zuck-Zuckerberg.

Snow Crash

Por el contrario, otros analistas señalan que lo que ha hecho Zuckerberg es una lectura detallada de Snow Crash. Es decir, proponer mundos virtuales donde pueden vivirse grandes aventuras, como sublimación de un mundo real distópico, con trabajos precarios, estresantes, en los que los trabajadores compiten agónicamente unos con otros por un dinero con el que apenas conseguir sobrevivir, residiendo en habitaciones minúsculas, sin mayor ventilación que la ventilación simbólica que viene a través de las pantallas que llevan a internet.

Criptosemanal: la burda crueldad del metaverso Facebook

La cuestión es que la sola decisión de Zuckerberg de lanzarse al metaverso, aunque no sea un metaverso, certifica la importancia de estos mundos surgidos en el ecosistema blockchain. Aun cuando Zuckerberg no siempre ha acertado a la hora de señalar las tendencias del mundo, no cabe duda de que su mera declaración ha puesto el metaverso y la economía en las portadas de los principales periódicos e informativos del mundo, donde han tenido que hacer un curso intensivo de criptoeconomía y NFTs, y, sobre todo, en el foco de los mercados financieros.

El ejemplo de Libra

Los pasos de Facebook siempre generan reacción. No dejan indiferente. El anterior más relevante, el que llevó a cabo con Libra. Consiguió que buena parte de los estados fijaran la mirada en las criptomonedas, en las stablecoins y que, algunos, emprendieran la marcha hacia una CDBC. Después, la propia Libra cambió de nombre: Diem. Como que se escondió y hoy apenas se sabe de su paradero.

Facebook cambiará de nombre para convertirse en empresa del Metaverso

Ahora, la declaración de Zuckerberg es una declaración de amor hacia el metaverso. Pero ya se sabe que hay amores que matan. Sobre todo, cuando el amante se rodea para su plan de una empresa como Oculus, que compró en 2004. Una empresa cuyo desarrollador y fundador, Palmer Luckey, ha mostrado un componente ideológico sumamente autoritario y lejos del comunitarismo que impregna la lógica inicial del metaverso. Entre otras cosas, la empresa vendía hardware de espionaje.

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Javier Callejo
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