Frente a Ethereum, la blockchain Solana parece estar convirtiéndose en la favorita de algunos grandes nombres de las finanzas tradicionales. Es el caso de Bank of America y JP Morgan. El responsable de activos digitales de Bank of America dijo hace unos días que Solana podría convertirse en la «Visa del ecosistema de los activos digitales». Ahora, Nikolaos Panigirtzlou, analista de JP Morgan, avisa que Ethereum seguirá cayendo hasta su actualización en 2023.
Panigirtzlou apunta que la blockchain de Solana lleva absorbiendo parte del volumen de NFTs de Ethereum desde agosto. La cuota de mercado de NFTs de Ethereum ha pasado de un 95% en 2021 a un 80% en enero de 2022. Asimismo, la participación de Ethereum en DeFi, que rozaba casi el 100%, se encuentra en la actualidad en un 65%. Además, la congestión de la red y las altas tarifas que hay que pagar por operar en ella apuntan a una caída mayor.
La irrupción de la red de Ethereum en 2015 supuso la llegada de los smart contracts y las aplicaciones descentralizadas, causando toda una revolución en el ecosistema blockchain y criptográfico. No obstante, la alta demanda de la red, provocada por el espectacular desarrollo de las DeFi, las dApps y los NFTs, situaron a a esta blockchain al límite de sus capacidades durante el año pasado. Una situación que ha provocado que cada vez más usuarios y empresas utilicen alternativas como Polygon (MATIC) o Solana.
Panigirtzlou precisa que si la actualización de Ethereum resulta exitosa, la red podría comenzar a remontar. Resulta curioso el cambio radical de JP Morgan en sus previsiones. En abril de 2021, destacaban a Ethereum como la criptomoneda con más potencial, superando incluso a Bitcoin. La firma aseguraba entonces que lo lógico era que Ethereum siguiera subiendo, pero no contó con que un crecimiento tan acelerado podría ser contraproducente para la blockchain.
Retraso en London 2.0
Una de las causas del decreciente uso de Ethereum es el retraso de su actualización hacia Ethereum 2.0. La idea inicial era implementar la actualización a lo largo de 2022, pero su cofundador, Vitalik Buterin, apuntó en diciembre pasado que habría que esperar a 2023 para hacer efectiva la actualización.
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Grandes competidores
Ethereum está perdiendo cuota de mercado, principalmente, ante otras blockchains independientes. Es decir, ante aquellos protocolos de aplicaciones descentralizadas que utilizan blockchains propias. Los competidores de Ethereum que están ganando esta cuota de mercado son Solana, Terra, Binance Smart Chain y Avalanche.
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Según la nota emitida por JP Morgan, «Es posible que los ecosistemas de los competidores crezcan tanto que la actividad no regrese en masa a la red Ethereum, ni si quiera, después de que se complete su escalamiento. «Ethereum se encuentra actualmente en una intensa carrera para mantener su dominio en el espacio de las aplicaciones y no hay un ganador claro», subraya Panigirtzlou.
Solana ha sufrido dos ataques en cuatro meses
La blockchain Solana es la que más ha evolucionado a lo largo de 2021, quitando, poco a poco, terreno a Ethereum. Solana es una blockchain descentralizada creada para permitir aplicaciones escalables y fáciles de usar para todo el mundo. Es decir, una blockchain de código abierto que facilita el desarrollo de aplicaciones descentralizadas (DApps). En su web, Solana se define como la blockchain más rápida del mundo, con más de 400 proyectos, que abarcan desde DeFi hasta NFTs. En el último año, la criptomoneda de Solana, SOL, ha crecido un 3.513%. Al cierre de esta edición, tiene un precio de $163,10.
No obstante, convine recordar que Solana también muestra carencias. El pasado mes de septiembre, la red Solana se paralizó por la llegada masiva de transacciones en poco tiempo. Los desarrolladores atribuyeron el incidente al envío masivo de transacciones por parte de bots. Lo que llevó a la red a alcanzar 400.000 transacciones por segundo. El aumento repentino de actividad en la red blockchain hizo que Solana se bifurcara, provocando un consumo excesivo de memoria que terminó por detener la red. A este ataque se le conoce como ataque de DDoS.
Pérdidas de más de 11.000 millones
Pues bien, Solana volvió a sufrir un ataque similar durante los primeros días de enero, provocando una caída del 18% en el precio de SOL, la criptomoneda nativa de la red. Como consecuencia, en apenas cuatro días, Solana perdió más de 11.000 millones de dólares de capitalización. Al cierre de esta edición, Solana cotiza por encima de los 136 dólares. Por su parte, Ethereum lo hace por encima de los 3.134 dólares, muy por debajo del máximo de 4.000 alcanzado hace unos meses.
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