Las cuentas de criptomonedas en bancos centrales mejorarían el sistema bancario

Permitir que el público tenga cuentas de criptomonedas en los bancos centrales resolvería muchos de los problemas causados por el actual sistema bancario de reserva fraccional, según un informe de Deutsche Bank.

En este sentido, el estudio, titulado “Monedas digitales: la última herramienta de poder”, y del que este diario ya se hizo eco ayer, explica que, por ejemplo, el banco central dejaría de ser vulnerable a los pánicos bancarios. «Y los gobiernos podrían dejar de proporcionar seguro de depósitos y rescates a instituciones consideradas demasiado grandes para quebrar». Al hacerlo, añade el informe, los problemas de riesgo moral por parte de los bancos se reducirían considerablemente.

Bajo el epígrafe «La posibilidad de monedas digitales soberanas», los autores del informe, Marion Laboure y Jim Reid, comienzan el capítulo con la siguiente pregunta: «¿Qué pasa si los bancos centrales se vuelven más atrevidos y comienzan a crear criptomonedas?

Sin la intermediación de los bancos comerciales

El informe subraya que una criptomoneda de banco central «proporcionaría una forma oficial de dinero respaldada por el gobierno y la capacidad de intercambiar entre pares, sin intermediarios (bancos comerciales)». Las criptomonedas  utilizan la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) para permitir la transferencia remota de valor electrónico entre pares, en ausencia de confianza entre las partes contratantes.

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El documento recoge una serie de beneficios del uso de criptomonedas para bancos centrales y usuarios. Para los bancos centrales, la introducción de una moneda totalmente digitalizada (no necesariamente una criptomoneda) eliminaría el riesgo de acumulación de efectivo. La explicación que ofrece el informe es que el efectivo, probablemente, dejaría de usarse después de la introducción completa de una moneda digital.

El estudio también señala que después de la crisis financiera de 2007-2008, los bancos centrales de las economías avanzadas redujeron las tasas de interés. «Los bancos centrales podrían confiar en la tasa de interés cambiaria como su principal herramienta de política monetaria». Evitando así, «el uso de herramientas controvertidas y poco convencionales, como la flexibilización cuantitativa».

Según los autores, esto mejoraría sustancialmente la capacidad de un banco central para estabilizar los ciclos económicos. También añaden que las monedas digitales que generan intereses podrían mejorar la competitividad en el sector bancario.

En cuanto a las ventajas para los usuarios finales, el informe detalla tres beneficios principales. Un menor riesgo de robo de identidad, mayor eficiencia en la liquidación de valores y pagos transfronterizos y mejor estabilidad monetaria.

Riesgo de revelar información a terceros

Sobre al riesgo de robo de identidad, el informe dice que los sistemas de pago digital actuales permiten revelar demasiada información privada a terceros (bancos comerciales). Respecto a la eficiencia en la liquidación de valores y pagos transfronterizos, el estudio indica que una criptomoneda de un banco central aumentaría la eficiencia de las liquidaciones de valores. Así como las actividades posteriores a la comercialización.

En relación con este asunto, precisa que el proceso de compensación y liquidación de seguridad actual tiene un retraso de varios días. El DLT de una criptomoneda promete compensación inmediata de valores y liquidaciones. «Esto aumentaría la eficiencia y reduciría los costos de reconciliación asociados». 

En cuanto a la ventaja que alude a una mejor estabilidad monetaria, los autores explican que una criptomoneda también podría actuar como moneda más estable. Especialmente, para las economías emergentes, que pueden experimentar una mayor volatilidad monetaria que las economías avanzadas.

Una criptomoneda con el valor real del dinero

Respecto a este punto, el informe recoge que en comparación con la naturaleza volátil del poder adquisitivo del efectivo (causado por fluctuaciones en el nivel de precios), se podría construir una criptomoneda que mantenga el valor real del dinero. Lo estabilizaría el poder adquisitivo del titular.

Las criptomonedas utilizan la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) para permitir la transferencia remota de valor electrónico entre pares, en ausencia de confianza entre las partes contratantes. Una criptomoneda de banco central podría adoptar dos formas, según los autores. La primera sería una moneda electrónica ampliamente accesible y disponible al público para transacciones minoristas. La segunda, una moneda electrónica restringida solo a grandes transacciones comerciales.

La forma minorista de una criptomoneda del banco central desempeñaría el mismo papel que cualquier moneda en circulación hoy, precisa el informe. La forma mayorista sería como las reservas mantenidas por los bancos y otras instituciones financieras. «Al igual que con una moneda tradicional, se descentralizaría en las transacciones y se centralizaría en el suministro».

Riesgos de DLT

El documento también subraya que el uso de DLT no está exento de riesgos. En este sentido, recoge la opinión del Banco de Pagos Internacionales. Que dice lo siguiente: «En la mayoría de los casos, los riesgos asociados con los pagos, la compensación y las liquidaciones son los mismos». El organismo añade que esto así, independientemente de si la actividad ocurre en un libro mayor central o un libro mayor distribuido sincronizado.

Respecto a los riesgos nuevos o diferentes de la DLT, el informe cita la incertidumbre potencial sobre problemas operativos y de seguridad, y  la falta de interoperabilidad con los procesos e infraestructuras existentes. La ambigüedad relacionada con la finalidad de la liquidación y preguntas sobre la legalidad de sus implementaciones.

Junto a estos cuatro citados arriba, el informe también recoge como riesgos la ausencia de un marco de gobernanza efectivo y sólido y las cuestiones relacionadas con la integridad de los datos, la inmutabilidad y la privacidad.

Como conclusión en este aspecto, el documento recoge que DLT es una tecnología en evolución. «Todavía no se ha demostrado que sea lo suficientemente robusto para una implementación a gran escala «.

 

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