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La volátil personalidad de Elon Musk y la volatilidad de las criptomonedas

Bitcoin nació con una explícita voluntad de despersonalización. Incluso la figura de Satoshi, su creador, aparece envuelta en misterio. De esta manera, parecían converger el contenido –una criptomoneda- con la forma del mensaje, con una autoría asimismo críptica. Sin embargo, la influencia de la personalidad del empresario Elon Musk parece estar detrás de los vaivenes en la cotización de algunas criptomonedas. Algo que puede ser calificado de paradójico e incluso alarmante. Sobre todo, cuando tal personalidad tiene unos rasgos de volatilidad que se proyectan directamente sobre la aún volatil lógica de las criptomonedas.

Elon Musk y la volatilidad de las criptomonedas

La primera representación que nos llega de bitcoin y el resto de criptomonedas, buscando su pragmática diferencia de las monedas que conocemos, es la que deriva de su algoritmización. Es más, en la medida que cada vez tocamos menos el metal o el papel de las monedas fiat, éstas son cada vez más digitales: apuntes en nuestras cuentas bancarias o de tarjetas. Es decir, podría decirse que las cripto son total y esencialmente digitales; mientras que las fiat actúan digitalmente, aunque con supuestas referencias materiales. Por lo tanto, con respecto a su materialidad, hay diferencias; pero no parecen tan esenciales.

El poder de Elon Musk sobre las criptomonedas en Twitter, un caso a estudiar

Las diferencias sí se dan en cuanto a la lógica de su digitalización. Las fiat son representadas digitalmente; mientras que las cripto son programadas. Es aquí donde entra su algoritmización, por la que se nos presentan inicialmente con una autonomía en su producción, que va más allá de decisiones derivadas de políticas económicas o, sencillamente, de políticas. Así, las criptomonedas parecen estar desubjetivizadas, exentas de subjetividad, de manera que sus respectivos valores serían el directo producto de la demanda, ya que la oferta se encuentra programada.

Una manera de ver el mundo

Se nos aparecen así las criptomonedas como liberadas de ideología. Al menos, entendiendo el concepto ideología algo superficialmente, como producto de decisiones derivadas de marcos de interpretación más o menos inmediata de la realidad. Más allá de esto, claro que, como todo, las criptomonedas son un producto ideológico. Como decía Theodor Adorno con respecto a la televisión: son ideológicas en forma y contenido. Las criptomonedas configuran una manera de ver el mundo.

Sin embargo, tal autonomía y desubjetivización de la oferta de las criptomonedas, parece desvanecerse cuando se aborda su demanda y, por lo tanto, su cotización. Aparecen, entonces, subjetividades con nombres y apellidos. Quizá la más llamativa, por su talante provocador, sea la de Musk. Cuando anuncia que Tesla ha comprado bitcoins por valor de 1.500 millones de dólares US, la cotización de esta criptomoneda da un salto olímpico. Incluso arrastra a las demás, en la medida que se lee como un paso hacia la normalización del uso de las criptomonedas.

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Explícitos apoyos a dogecoin

Aquí habría que incluir sus explícitos apoyos a dogecoin. Es más, la identificación entre dogecoin y Musk puede considerarse absoluta. Cuando habla o hace signos a su favor, la criptomoneda que parecía una broma sube. De hecho, su cotización llegó a multiplicarse por 200 durante el último año. Sin embargo, cuando calla o lanza mensajes un tanto oscuros sobre la misma, cae con pendiente pronunciada. Cuando esto ocurre, anuncia que pagará enteramente con dogecoins un satélite que incorporará al viaje a la Luna planeado por su empresa SpaceX para el año que viene.

Ahora bien, el siempre sonriente Musk aparece como responsable –la palabra más acertada sería culpable- de la bajada experimentada en cotización de bitcoin esta semana. Bastó con decir que los Tesla no podrán comprarse usando esta criptomoneda. Entonces ¿por qué adquirió bitcoins por ese valor de 1.500 millones de dólares US? La respuesta dada: como mero depósito. Es decir, adquirió la criptomenda en su función de depósito de valor y no como instrumento para las transacciones.

Muskdependencia de las criptomonedas

Tal es la muskdependencia de la cotización de algunas criptomonedas, que el FT de esta semana se preguntó, con un relativamente largo artículo, sobre el papel de este empresario en la adopción de las criptomonedas. El hecho es que este último pronunciamiento que ha llevado a cierto desplome de bitcoin ha generado alarma. En primer lugar, por estar derivada de una decisión unipersonal. Ahora ya no son las declaraciones de los responsables de los bancos centrales o de las políticas monetarias lo que tiene eco en las cotizaciones de las monedas (fiat), sino de un empresario con una grandísima capacidad financiera. En segundo lugar y aún más alarmante parece el proceso de extensión del uso de las criptomonedas, que plantea la posibilidad de reversibilidad de decisiones sobre la aceptación de pagos en las mismas.

Las criptomonedas, que nacieron en la despersonalización e incluso la voluntad y la lógica del anonimato –de creadores, poseedores, compradores o vendedores- se ven envueltas en una nube de personalización. La publicación Mottey Fool plantea el 15 de mayo un titular como: “Bitcoin vs. Ethereum vs. Dogecoin: Which One Is Right for You?”. Vamos, que es cuestión de ajustar la propia personalidad a la supuesta personalidad de la criptomoneda.

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Javier Callejo
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