privacidad euro digital
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Todo lo que debes conocer sobre la privacidad del euro digital

La privacidad es la cualidad más valorada del euro digital, tanto por el público, como por los profesionales, según el Banco Central Europeo (BCE). Un 43% de las 8.200 respuestas recibidas en la consulta del BCE sobre un euro digital apuntan la privacidad como principal cualidad. Sin embargo, la búsqueda de la privacidad presenta un enorme desafío: encontrar el equilibrio entre privacidad y auditabilidad. El euro digital debe diseñarse de tal forma que preserve la confidencialidad de los usuarios; pero que al mismo tiempo, cumpla con las normas fundamentales destinadas a protegernos del blanqueo de capitales y la financiación de actividades ilícitas.

Privacidad del euro digital

Tal como señala a Observatorio Blockchain Joan Tugores, catedrático de Economía en la Universidad de Barcelona, un aspecto tradicional en los debates históricos es la preservación de los derechos individuales, incluida la intimidad y la privacidad, frente a los aspectos de registro y control de las transacciones.

Según indica Tugores, «las posibilidades y riesgos de los formatos electrónicos son enormes en ambos sentidos y encontrar un equilibrio no va a ser fácil. De hecho, sería casi un sarcasmo que una de las ideas iniciales de las criptomonedas, la de dejar fuera del control de los gobiernos lo que sea dinero y su utilización, acabe dando paso a unas CBDC (monedas digitales de los bancos centrales) que, sobre todo en entornos con escaso respeto a los derechos individuales, suceda exactamente lo contrario: un gran hermano monetario, un 1984 orwelliano que tenga en el seguimiento de las transacciones una vía de control inéditamente total».

Además, el catedrático de la Universidad de Barcelona, señala que, de suprimirse el dinero en efectivo, se abriría la puerta a una indefensión ante la aplicación generalizada de tipos de interés negativos que acentuarían la “eutanasia” de los ya afligidos ahorradores.

Otras monedas

Para Alberto Muñoz Cabanes, profesor de Economía y Vicedecano de estudiantes en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UNED, «la privacidad deberá ser regulada de manera estricta (quizás tendría encaje en el actual RGPD: Reglamento europeo General de Protección de Datos) para que el euro digital no sea percibido de manera negativa por los ciudadanos. De lo contrario, cualquier fallo en la protección de la privacidad de las transacciones impulsará el uso de otras alternativas (Monero, stablecoins, etc.) que, a día de hoy, ofrecen a priori mejores resultados en la protección de la privacidad dada su naturaleza descentralizada».

En esta línea, Victor García Font, profesor de Blockchain y Criptomonedas en la UOC, señala la diferencia entre anonimidad y pseudo anonimidad. En el caso de Bitcoin, no es totalmente anónimo, ya que cuando pagas le das la dirección de tu cartera a alguien. Sin embargo, otras criptomonedas, como Monero y Zcash. no tienen ese problema. En el caso de la criptomoneda Monero (XMR), las transacciones son totalmente privadas. Para conseguir esto, la principal técnica que utiliza es el Círculo de Firmas (Ring Signature). En este sistema se mezcla la dirección del emisor con un grupo de otras direcciones, de manera que se imposibilita rastrear cada nueva transacción.

Por otro lado, la criptomoneda Zcash utiliza un sistema de confirmación de transacciones conocido como conocimiento cero (zero knowledge proof). Un proceso en el que se utilizan técnicas avanzadas de criptografía para verificar las transacciones sin conocer los detalles de la transacción.

Anonimato vs trazabilidad

Sin embargo, tal como indica el profesor García, es muy difícil que el euro digital siga alguno de estos dos protocolos. El profesor de la UOC señala que «lo más probable es que todas las compras y pagos queden registrados, tal como está ocurriendo ahora mismo con los pagos electrónicos con el euro tradicional». Además, añade que es muy probable que el euro digital incorpore algún mecanismo que permita tener la trazabilidad del dinero. Es decir, un mecanismo que permita detectar si el origen de ese dinero proviene de actividades ilícitas.

En declaraciones a Observatorio Blockchain, Charles Larkin, profesor adjunto del Master de Seguridad Global en la Universidad John Hopkins, indica que el completo anonimato, como es el caso del uso del efectivo, tiene muchos inconvenientes. Sin embargo, hacer un euro digital que contrarreste estos inconvenientes iría en contra de muchas de las reglas de privacidad establecidas por los gobiernos nacionales y el RGPD. Para Larkin, «la realidad es que será necesario violar parte de la privacidad para garantizar que se cumplan los requisitos de prevención de lavado de dinero».

E-krona y yuan digital

Como ejemplos de proyectos de CBDC ya avanzados nos encontramos con el e-krona sueco y el yuan digital chino. En el caso del e-krona, los suecos, al parecer, han preferido la total trazabilidad de las transacciones para mejorar el control fiscal.

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En el caso del yuan digital, se tratará de un «anonimato controlable». El gobierno promete garantizar la máxima privacidad del usuario y la seguridad financiera junto con las medidas de prevención de blanqueo de dinero. El yuan digital contará con un sistema de protección de datos personales y un mecanismo de control interno de acuerdo con las leyes pertinentes. Mu Changchun, director del Instituto de Investigación de monedas digitales del Banco Popular de China, ha dicho al respecto que «las transacciones digitales de pequeñas cantidades serán anónimas, mientras que las grandes cantidades serán rastreables».

Y el euro digital?

El Banco Central Europeo indicaba en un comunicado que el Eurosistema ya había comenzado a explorar técnicas de mejora de la privacidad en las CBDC, incluso antes de trabajar en el euro digital. En 2019 los expertos del Eurosistema desarrollaron una prueba de concepto (PoC) para mejorar la privacidad en un sistema de pago con CBDC. Según el BCE, esta prueba demostró que es posible monitorear actividades ilícitas mientras se permite a los usuarios hacer pagos de bajo valor con intercambio limitado de información. El PoC establece una cantidad total máxima de pequeños pagos privados que cada usuario puede hacer en un período de tiempo determinado. Por tanto, esto evitaría la división de pagos grandes en varios pagos pequeños para eludir la regulación.

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Asimismo, en 2020, expertos del BCE y el Banco de Japón se asociaron para analizar técnicas que permitiesen la confidencialidad y auditabilidad de los pagos en un entorno de contabilidad distribuida. De hecho, el proyecto identificó 3 técnicas que podrían ser utilizadas solas o en combinación para encontrar el equilibrio entre privacidad y auditabilidad: (i) segregar la información sobre pagos realizados y recibidos por los usuarios individuales; (ii) compartir esta información de forma oculta a través de técnicas criptográficas para evitar la interpretación de los detalles de las transacciones; (iii) crear «ruido» en los datos intercambiados para que sea muy difícil o incluso inviable vincular la información sobre las transacciones a la información de los participantes.

Además, desde el BCE aseguran que también están experimentando con el uso de claves públicas criptográficas únicas y cifrado de extremo a extremo, para garantizar que los operadores de pagos no puedan observar los datos de las transacciones.

Más pistas

Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, señalaba en una entrevista al Financial Times que, con el BCE, la privacidad estará mejor protegida que ahora. Panetta subrayaba que el BCE no es una institución privada que maximiza los beneficios, sino una institución pública que trabaja en interés de los ciudadanos. Asimismo, según Panetta, la gente se siente más segura si su información está en manos de una institución pública, que si está en manos de empresas privadas.

En palabras del miembro del Comité Ejecutivo, la opción más probable para mantener la privacidad de los usuarios será la segregación de datos. «Supongamos que tengo que darte dinero. Yo soy el pagador y usted es el beneficiario. Iría a mi banco, que sabría que estoy realizando un pago y transmitiría un código al operador de pago. El operador de pago transferiría el pago entre un código y otro código. No sabría la identidad del pagador detrás de un código y el beneficiario detrás del otro. Entonces, el pago se realizaría, pero nadie en la cadena de pago tendría acceso a toda la información» señalaba Panneta.

Además, indicaba que, para cantidades muy pequeñas, se podrían permitir pagos verdaderamente anónimos; pero subrayando que la confidencialidad y la privacidad son diferentes del anonimato. «El anonimato total debe considerarse con mucho cuidado, porque existe un equilibrio entre garantizar el anonimato pleno y garantizar el cumplimiento de las normas fundamentales en áreas como la lucha contra el blanqueo de capitales, la lucha contra la financiación del terrorismo y la evasión fiscal. Y no olvidemos que los ciudadanos aún podrán utilizar efectivo, lo que garantiza el anonimato», añadía Fabio Panetta en su entrevista con el Financial Times.

Equilibrio perfecto

Por tanto, parece que el euro digital buscará el equilibrio perfecto entre privacidad y auditabilidad. En términos de privacidad, lo más probable es que el euro digital sea más similar al yuan digital que al e-krona y no emplee técnicas tan descentralizadas como las utilizadas en otras criptos como Monero o Zcash. Lo que parece claro es que es un tema clave de cara a la adopción futura del euro digital.

Imagen de Steve Buissinne en Pixabay

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Guillermo Callejo
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