Nace DAIN, el mercado global de inteligencia artificial gobernado con blockchain

Ha nacido DAIN, una plataforma de inteligencia artificial descentralizada y gobernada a través de blockchain que remunera a los usuarios por compartir recursos y conocimientos.

DAIN permite a los usuarios ceder a empresas que trabajan en inteligencia artificial la potencia computacional inactiva de sus dispositivos. Obviamente, a cambio de una remuneración.

Fundada por el ingeniero de Telecomunicaciones José Ramón García Luque y por Luis García San Luis, licenciado en Ciencias de la Computación e Ingeniería, DAIN cuenta con un equipo de investigación integrado por reputados matemáticos y criptógrafos de la prestigiosa Universidad Pontificia de Comillas.

Como describen en su web, DAIN es una red informática pública que permite la utilización eficiente de recursos informáticos de cualquier dispositivo del mundo.

120.000 millones de dólares en 2025

Se espera que el mercado mundial de aplicaciones de inteligencia artificial alcancé los 120.000 millones de dólares en 2025, según informa Portaltic, citando fuentes de Tractica. Unas cifras que multiplican por doce las cosechadas en 2018.

El objetivo de DAIN es hacer con la inteligencia artificial lo mismo que internet hizo con la información: democratizar su acceso sin intermediarios. Para conseguirlo, quieren construir una supercomputadora mundial con recursos informáticos compartidos.

Dichos recursos pueden provenir de cualquier ordenador, teléfono inteligente, centros de datos o de cualquier dispositivo IoT (Internet de las Cosas).

Aprovechar los recursos computacionales inactivos

La propuesta de DAIN, que ya ha sido seleccionada para formar parte del programa fintech de Bankia, es crear una nueva economía y un nuevo mercado global de inteligencia artificial con los recursos computacionales que se encuentran desperdigados por el mundo.

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En este nuevo mercado de Inteligencia Artificial, DAIN señala tres actores principales: los proveedores de hardware, los clientes productores y los clientes consumidores.

Los primeros pueden vender la potencia computacional no utilizada de sus dispositivos en cualquier momento y en cualquier lugar y reciben una recompensa como pago. En este caso, recibirán tokens DAIN, porque como toda economía, DAIN cuenta con su propia moneda: el DAIN

Remunerados con tokens

Los clientes productores pueden crear modelos de inteligencia artificial a través de sus datos o con los de terceros y vender los modelos resultantes. Así podrán acceder a nuevas fuentes de ingresos. Deberán pagar tokens por el uso de recursos informáticos o los datos requeridos.

Por último, los clientes consumidores son los que pueden reutilizar las soluciones de inteligencia artificial creadas por los productores.

No obstante, García Luque explicó a Observatorio Blockchain que las instituciones que cuentan con sus propios centros de datos, o los mineros de criptomonedas pueden desempeñar la función de usuarios y de compartir recursos informáticos. A cambio, obtendrían tokens.

A diferencia de otras plataformas similares, DAIN creará su propia blockchain y se centrará en la creación de un ecosistema colaborativo, donde todos sus participantes puedan prestarse e intercambiarse servicios sin intermediarios.

Monetización de datos al alcance de todos

García Luque también precisó que DAIN está preparada para proporcionar un fácil acceso a la inteligencia artificial a grandes empresas, pymes y usuarios:

“Queremos poner la monetización de datos y conocimiento al alcance de todos”

El cofundador de la compañía añadió que con DAIN cualquier empresa, por pequeña que sea, puede crear con sus propios datos o con los disponibles en el mercado de DAIN, nuevos modelos de negocio o de relación con sus clientes.

Otro de los servicios que prestará DAIN es el denominado federated learning, conocido como aprendizaje colaborativo. Se trata de una técnica que permite construir un modelo de aprendiza automático sin necesidad de compartir datos.

García Luque explica que con el aprendizaje colaborativo las empresas pueden aprovechar la información proporcionada por los datos personales de sus clientes manteniendo la seguridad y el anonimato de sus propietarios.

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