juegos blockchain
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Los juegos en blockchain como fuente de vida, el paso hacia otra economía 

Adolescentes y jóvenes en busca de un dinero que cubra sus gastos y su incipiente independencia. Pero, también, abuelas y abuelos obtienen ingresos con los que contribuir notablemente al presupuesto familiar. Y, así, a la vida y dinámica familiar. Su actividad no es la trabajadores asalariados, ni la de imaginarios emprendedores o la de infatigables trabajadores-empresarios autónomos. Su actividad consiste en participar, directa o indirectamente, en juegos en Blockchain.

Juegos blockchain

La diversidad de juegos en blockchain que originan ingresos a sus participantes es amplia. La mayor parte de ellos están basados en la lógica de la competencia, ya sea en forma de batallas o de torneo deportivo. Desde tal marco, puede decirse que apenas aportarían novedad alguna. Sin embargo, algunos han introducido conceptos relevantes. Y no me refiero al concepto de token o fichas acumulables e intercambiables finalmente por dinero. Tal vez esto sea de lo menos novedoso, pues ya estaba aquí.

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Entre los juegos en Blockchain, Axie Infinity, construido sobre Ethereum, es el que parece tener mayor pujanza en los últimos meses. No obstante, fue lanzado en 2018 por Sky Mavis y Trung Thanh Nguyen. Su centro está en unas criaturas, llamadas axies, cuyo objetivo en la vida es ganar batallas y reproducirse, especialmente con abundante alimentación. Los axies son NFTs. Ganando batallas, pasando aventuras, cumpliendo misiones y traspasando axies se consiguen Small Love Potion (SLP, traducción: evidente), que se pueden cambiar por ethers y, por lo tanto, por criptomonedas que permiten adquirir bienes y servicios que están fuera de esta plataforma o dinero fiat.

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Ganar dinero

Hay más juegos. El atractivo del mundo del fútbol está presente en Sorare, donde uno se convierte en entrenador de cartas-jugadores que puede ir adquiriendo y vendiendo. Intercambios de cartas-jugadores que permiten obtener criptomonedas, además de las recompensas por los partidos ganados a otros. Pero pueden recordarse otros “más antiguos” y menos atléticos, como el de las CryptoKitties, pudiendo participar en distintos enfrentamientos por demostrar que tu gat@ es el mejor, una vez que lo has conseguido en la respectiva plataforma de NFTs.

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El hecho en sí de ganar dinero participando en los juegos digitales no es radicalmente nuevo. De hecho, la industria del videojuego mueve millones y millones de dólares, dando ocupación a: desarrolladores, creadores, entrenadores, periodistas, probadores (testers) y, claro está, a jugadores y audiencia/seguidores. Por ejemplo, ser una gran estrella en eSports permite un tren de vida rodeado de lujos. Tal vez el que marcó el camino de esta nueva ocupación fue Pokémon. De hecho, puede decirse que la lógica de muchos de estos juegos digitales siguen impregnados de la lógica Pokémon: incentivar la continua superación hasta alcanzar la cima, retando a los “Elite Four”.

Axie Infinity

Las particularidades que introduce Blockchain en estos juegos van más allá del uso de tokens, al menos como simples sustitutos de monedas. Tal vez uno de los aspectos novedosos es que los tokens son NFTs. Es decir, tokens únicos. Pero, sobre todo, están relacionados con aspectos como la generación de comunidades y la gobernanza de la propia plataforma.

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Por ejemplo, en Axie Infinity, los jugadores pueden obtener un tipo de token que da derecho a participar, con voto, en la toma de decisiones. Entre tales decisiones, el establecimiento de medidas para evitar altas comisiones para poder jugar. Otros juegos, como Gods, que incentiva la creación de NFTs, premia con criptomonedas la participación en las propuestas de votación destinadas a determinar el desenlace de un juego. Pero lo que me parece más novedoso es la economía doméstica que genera en algunas latitudes, como Vietnam o Filipinas, llegándose a sustituir actividades más tradicionales por esta actividad del juego.

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Volvamos a Axie Infinity. No en vano, ocupa diariamente a casi 400.000 usuarios y se han vendido más de medio millón de axies. Ahora bien, conseguir uno de esos axies puede ser complicado, puesto que el precio de salida del más barato no baja de 0,1 ETH. Además no vale con obtener sólo uno. Se adquieren en paquetes. Hagan el cálculo según la cotización de esta criptomoneda: bastante alta en el momento en que esto se publica. Y es aquí donde empieza la racionalización-inversión-doméstica. Así, se pueden hacer “equipos” para conseguir entrar en el juego adquiriendo los axies, repartiendo el costo y los riesgos. Lo llamativo es que, una vez dentro, conseguido el espacio para jugar, éste se puede alquilar a otros jugadores, que no se pueden permitir el entrar directamente. Es como los que alquilan viviendas a los que no pueden comprar una.

Economía de pantallas digitales

En todo caso, la cosa parece ir más allá de la anécdota. No se trata sólo de la caducidad de un sistema educativo –educación formal- destinado a ocupaciones ya codificadas. Tampoco del declive de una formación informal-familiar que atosigaba para dedicarse a cosas serias y dejar la “pantallita”.

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La pantalla es ahora la fuente de vida. Pero ¿qué clase de economía política es esta que hace que la gente abandone actividades supuestamente productivas para dedicarse a jugar en pantallas digitales? Es posible que la respuesta se encuentre cuando se conteste a qué valor intrínseco se produce en el mundo digital. No se trata sólo del valor que añade el mundo digital, sino del valor que genera.

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Javier Callejo
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