El mapa blockchain de Alastria o el ecosistema soy yo 
El mapa blockchain de Alastria o el ecosistema soy yo 

El mapa Blockchain Alastria de España o el ecosistema soy yo 

Alastria, la asociación público-privada para el fomento de la tecnología Blockchain en España, ha hecho público un mapa del ecosistema de esta tecnología en nuestro país. Un mapa de empresas que tienen 6.112 empleados. Un mapa encabezado por las empresas Fintech, que, agrupando 29 compañías, suponen el 18,6% del total de los componentes del mapa.

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En el mapa figuran 145 empresas. Algo que ya llama la atención, teniendo en cuenta que la propia web de la asociación, autollamada plataforma, dice contar con más de 500 socios. Pero parece que el mapa queda reducido a las compañías vertebradas fundamentalmente sobre tecnología Blockchain. Digo parece porque hay que ir deduciéndolo de la propia información presentada, ya que no se acompaña del preceptivo y transparente apartado metodológico, ni la preceptiva definición de los conceptos utilizados -como el de builders y shapers– para conducir la operación.

Mapa de Alastria, una asociación con 50 empleados

Así, quedan fuera entidades que, estando entre sus asociados, están radicadas en otros países, como Croacia o Estonia. Asimismo, quedan fuera: universidades, medios de comunicación, instituciones de la Administración Pública, como el gobierno de Canarias o la CNMV, o asociaciones como la Mutualidad de la Abogacía o la Asociación Española de Montes de Piedad. El ecosistema parecen conformarlo inicialmente las empresas. Criterio legítimo para abordar lo que denominan la industria blockchain en España. Sin duda, elemento importante en el ecosistema. Pero, entonces, se trata de un mapa de las industrias Blockchain en España. Algo que está muy bien; pero no es lo que se anuncia. Tal vez como la propia Alastria, que no es lo que se anuncia.

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Por cierto y como seguramente no podría ser de otra manera, Alastria forma parte del ecosistema mapeado. En la categoría de asociaciones. Categoría que precisamente pone en duda el criterio de que sólo hayan sido empresas las seleccionadas. Pero, en la presentación, se habla de compañías y se usa la categoría asociaciones. Pues bien, Alastria, creada en 2017, sita en la Región de Madrid, con 50 empleados. Sus etiquetas son: blockchain, Blockchain, alastria y dlt.

Builderas y shaperas

Hablando de asociaciones en este mapa, llama enormemente la atención los 958 empleados de Blockchain Zaragoza. Por número de empleados, la mayor entidad del ecosistema. Según se dice en la página web de presentación del mapa, la profunda investigación en la que se fundamenta se centra exclusivamente en la búsqueda y catalogación de las empresas bajo la etiqueda -proveniente del campo de la ingeniería y la innovación- de builders y shapers. No están todos los asociados. Tampoco todas las empresas. Eso, entidades builderas y shaperas. ¿Cuál ha sido la operacionalización? ¿Cuáles los criterios operativos que ha llevado a una entidad a ser buildera o shapera de Blockchain en España? Bueno, ahí está lo que Alastria llama mapa. Al parecer: una selección de compañías que han desarrollado proyectos con tecnología Blockchain, distribuyendo las mismas por sector y comunidad autónoma.

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La información ofrecida apunta cosas; aun cuando no siempre es precisa y completa. Por ejemplo y centrándonos sólo en el ganador sector de las Fintech, podemos encontrar a la empresa malagueña Kiclabs Blockchain SL, las madrileñas Niuron, DiscoveryBlock, chainTalent o Tookens Blockchain Techonology SL, donde no aparecen empleados, ni fecha de origen de funcionamiento. En otros sectores, el porcentaje de las entidades referenciadas que carecen de esta información aumenta. Información que, en muchos de los casos, podría haberse completado en cualquier directorio de empresas.

¿Un reclamo o un estudio?

En otras referencias, como la que se hace a Kore Technologies, no se señala la ubicación territorial española de esta entidad ubicada en Suiza. Su integración en el mapa puede deberse a que está gestionada por españoles. En cualquier caso, vuelve a ponerse en evidencia la opacidad de las decisiones.

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Los mapas sirven para saber dónde se está y hacia dónde caminar. Algunos, para indicar dónde está el tesoro escondido. Este mapa parece más bien una legítima acción de marketing destinada a llamar a las empresas a apuntarse en las distintas categorías. Es más un reclamo, que un estudio.

Todo mapa tiene algo de fotografía. Y no todos suelen quedar contentos con el resultado de la fotografía. En este caso, los que están, los que aparecen en la foto, sabrán el porqué de su presencia. Pero hay otros que el foco no ha registrado y se preguntan el por qué de esta razón.

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Un algoritmo opaco

Es difícil calificar el mapa de Alastria de riguroso. No digo que no lo sea. Pero no sé en función de qué. En este caso, cuál ha sido la definición tomada o el criterio básico establecido para formar parte del mapa. Se dice que está basado en un algoritmo. Un algoritmo de builders & shapers. Pero, sin más, es dejarlo en la opacidad. Ya resulta paradójico que una institución dedicada al fomento de Blockchain cante las loas de un algoritmo opaco, algo que se aleja de la lógica cultural de Blockchain. Cuando algo se establece sobre los poco transparentes resultados de un algoritmo huele un tanto a otro concepto parecido y momentáneamente no reconocido por la Real Academia de la Lengua, como es el de algotimo. Ya nos lo dijo Cathy O’Neil, los algoritmos son armas de destrucción masiva-matemática (Weapons of Math Destruction), a los que hay que preguntar qué quieren, como nos aconseja Ed Finn (What Algortihms Want).

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En cuanto a su rigor, el mapa de Alastria recuerda un poco ese cuento de Borges, que seguro conocerán. Es Del rigor de la ciencia y que empieza con unos significativos tres puntos antes del: «En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él«.

Una reliquia

Bueno, no creo que haya sido tan riguroso. Pero casi seguro que coincide con alguna base de datos y con criterios fundamentados. Sólo se les ha olvidado presentarlos. Ahora bien, como en el cuento de Borges y conscientes de que son muchísimos más los miembros del ecosistema, creen que la selección ha sido mucho más exigente y se habrá añadido algún criterio importante más.

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Por cierto, el corto cuento de Borges, unas doce docenas de palabras, acaba con: «En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas«. Pues eso. Una reliquia. Eso sí, muy mona. Habrá que guiarse por los siniestros GPS a los que ya nos hemos acostumbrado.

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Javier Callejo
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